Lo cuenta Indro Montanelli en Dante y su siglo:
En algunos conventos, los padres priores, para estimular a los religiosos en su trabajo, les garantizaban que cada línea copiada suponía la remisión de un pecado. Y Orderico Vitale, aplicando al pie de la letra esa contabilidad, habla de un fraile que se libró del infierno por el corto margen de una sola letra, que equilibró su cuenta.
Ni que decir tiene que me ha estimulado para picar esta misma cita aquí, copista 2.0; y que me anima, además, a no dejar de escribir ni una sola palabra de las que me están destinadas. Son ánimos que me hacen falta.
¿Crees que los comentarios a entradas de blogs también cuentan?
ResponderEliminarUn saludo
Buenísimo.
ResponderEliminarY muy contento con tanta cita tuya a Indro.
JLC
A mí también me hacían falta. ¡Gracias!
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