Aut aut
Mi mala costumbre de subrayar los libros no me trae más que disgustos. Cuando releo o maldigo mi mala cabeza, preguntándome por qué subraya esto y no eso otro, o maldigo mi mala memoria, preguntándome cómo no me acordaba de algo tan fundamental y tan bien subrayado.
Subrayar en todo caso colma de remordimientos y reproches la relectura.
Esos remordimientos y reproches demuestran que valía la pena la relectura.
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