Absurdo
Que tu hijo de cinco años te diga: "Eso que acabas de decir es absurdo" es extraño. Pero que tenga razón es alucinante.
Había entrado en tromba donde yo leía, pidiéndome la tableta. Le dije que se dejase de tabletas: "Que leer es mucho más divertido que leer". Fue entonces cuando me informó, muy serio, de que le acaba de decir algo absurdo. Así: "Absurdo". Y lo era, en efecto, porque estaba distraído divirtiéndome leyendo, precisamente. Iba a explicarle el efecto expresivo de mi tautología, pero cuando levanté la vista del libro me di cuenta de que él lo había cogido y que solamente me estaba vacilando.
Seguí leyendo.
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