La viuda mayor, amiga de mi madre y madre de mi amigo, se baja, renqueando y corcovada de su coche. Conduce tan lenta como anda; y tan mal. Vive sola, porque mi amigo vive lejos. Yo la veo desde mi coche. Cuando paso a su altura, está abriendo el maletero. Trae la bandeja de cartón que te dan en los viveros cargadas de flores de vivos colores. Me enternece esa mezcla de esfuerzo y flores, de lozanía y vejez, de tierra y perfume. Tendrá el jardín más bonito, seguro, porque se lo merece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario