Precipitadamente, como un ladrón travieso de manzanas, he entrado en el ameno huerto de Miguel d'Ors y he sacado estas imágenes de su último libro, Manzanas robadas (Renacimiento, 2017). Me habría llevado un buen montón de poemas enteros, pero tenía que saltar la valla de vuelta. Sólo soy un ladronzuelo, recuerden:
... la mansedumbre vertical de humo.
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con una nitidez hiperrealista.
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[ciruela] su piel empañada / y alguna hojilla díscola.
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[en un río] y algún / plástico impertinente.
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[cisne] con ese empaque altivo de aristócrata ruso
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cuando la casa era de verdad una casa / con tres generaciones de voces recorriendo / sus estancias ...
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el canto erguido de los gallos […] los huevos morenos con alguna plumita / pegada, muy suave
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el pespunte sonoro de un mirlo en el ocaso
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A aquella nuca debo parte de mi ignorancia.
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[Silencios predilectos] Pero ninguno como el de sus ojos / tres segundos después de perdonarme.
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la realidad. Lo que suceda fuera de ella, / frankly, my dear, ya sabes...
Yo añadiría este verso, adjunto: como un ladrón travieso de manzanas.
ResponderEliminarMuy bien Miguel d'Ors, qué bien robados estos frescos poemas.
J