En el estudio sobre All's Well That End Well de Trabajos de amor dispersos, volumen de sus conferencias shakesperianas, Auden escribe un ensayo sobre el honor. No dejará de venirnos muy bien. Estos son sus fragmentos más memorables:
Lo primero que cabe decir del honor es que se trata de una norma de conducta que personalmente elijo respetar y que no espero que los demás respeten.
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El imperativo del código no consiste en un “esto es legal y aquello está prohibido”, sino en un “esto no se hace”.
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El castigo por saltarse el código es, sencillamente, el desprecio de uno mismo.
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La razón de atenerse al código es, por tanto, el respeto de uno mismo. [En cambio la ley, el derecho, implica obedecer a algo exterior a nosotros.]
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Deseamos un mundo interesante, un mundo en que haya personas dignas de admiración.
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Todos los códigos del honor añaden un valor moral a cosas que quedan fuera del reino de la justicia: al atractivo físico, por ejemplo, al ingenio, a la habilidad.
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Algunos son mejores que otros en varios sentidos, y en una sociedad regida por el honor se espera más de aquellos que de estos, como debería ser.
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El código se corrompe cuando sólo pervive el sentimiento de superioridad. En el momento en que la gente se agarra a la idea de la superioridad, pero no obedece al código cuando este le exige algún sacrificio, el conjunto entero se derrumba.
No sé como será en el original inglés, pero el español "Eso no se hace" es construcción tan breve como expresiva. Da igual que lo que has hecho sea lícito o legal: lo que cuenta es que "Eso no se hace".
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