martes, 23 de mayo de 2017

Partidazo


Mañana, en el colegio que será de Quique, hay un partido de fútbol de convivencia entre los alumnos de infantil que llegan y los de primero de primaria que los reciben a puerta gayola. Hasta ahí, genial. Lo malo es que los padres juegan y yo llevaba fácilmente unos 30 años sin jugar al fútbol. A mi espíritu deportivo le da una lástima muy grande romper una racha invicta tan portentosa. Pero, por lo visto, a Quique le hace ilusión la cosa y su madre ha ido corriendo a comprarme todo el equipo deportivo. 

Menos mal que el niño todavía no va poder juzgar demasiado mi nivel ni tampoco caerá en que ir con una equipación tan flamante como me ha comprado Leonor es un motivo de bochorno. Yo lo voy a dar todo.




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