viernes, 2 de junio de 2017

Ángeles, Ángelos y Ángelas


Siempre he admirado la sensibilidad ontológica de nuestro Ángel Ruíz al buscarse como santo patrón a San Ángel de Sicilia. Hace unos días, leyendo Medida por medida descubrí que Ángel también tenía una sensibilidad shakesperiana. Y quién sabe si habría entendido bien del todo la guasa del Bardo con el "Angelo" si no hubiese estado advertido por Ángel. Cosa que no me sirvió esta mañana cuando Quique, quizá por pura telepatía, me preguntó en el coche cuando los llevaba a la parada, sin venir a cuento: "Papá, ¿hay o no hay ángeles-niña?". Me he puesto a explicarle, con muchos titubeos, que los ángeles no tienen sexo, porque no tienen cuerpo, porque son espíritu puro, pero sin querer extremar la nota, no vaya a sobrevalorar la asexualidad, que tampoco es. Carmen me ha visto tan liado que se ha apiadado de mí y ha zanjado: "Que no hay ángeles-chicas y ya está". Desde un punto de visto orstodoxo, es ortodoxo. Si no hay especialidad sexual, o sea, plus femenino, son todos masculinos, los ángeles, y ya está. Por eso, a Ángel, a Shakespeare y a mí, grandes devotos de los ángeles y de los arcángeles, nos gustan tantos los hombres (ellos y ellas).

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