miércoles, 19 de julio de 2017

Sin planes


Me encanta ver a mis hijos aburriéndose. Esta tarde no hay planes y no saldremos de casa. Carmen ha encontrado unas orugas en el jardín y está estudiándolas con entusiasmo de entomóloga. Quique se ha montado en mi coche y juega a conducir, asomando una coronilla por la ventana. Es como jugar con sus coches, pero con uno de verdad. No es que se aburran, me he explicado mal, es que no los estamos divirtiendo nosotros o ninguna actividad prefabricada. Y se bandean muy bien. Ahora llega Carmen con cara de guasa y me pregunta: "¿Por qué no se puede hacer pis en ella si hasta en la misma palabra lo lleva: pis-cina?" Supongo que se le habrá ocurrido pensando que le gustaría ir a la piscina, pero estoy seguro de que ni allí ni en una fiesta con payasos se le habría ocurrido la payasada. 


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