Maldita rima
Se empeñan en invitarlos a chucherías, aunque yo no quiero que tomen tantas. Para convencerme, me dicen: "Las tomaremos de postre de la cena". A los cinco minutos, Carmen me da su bolsita y me dice: "Guárdamela para no caer en la tentación".
A Enrique le gusta el método. Me da su bolsa y repite: "Guárdamela para no caer en la ilusión".
Yo caigo en la confusión, porque no sé si reírme por la rima retorcida o preocuparme por lo que tiene de conexión psicológica para siempre.
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