domingo, 15 de julio de 2018

Dulzura


Como vamos con prisa, Leonor me encarga que peine a Carmen. Se pone en mis manos. Al ratito, suspira: "Menos mal que no sabes peinar a las chicas. Porque peinar bien a una chica duele muchísimo".

Y yo reconozco un antiguo sentimiento muy mío: la dulzura de hacer las cosas mal.


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