Hoy celebro mis
cincuenta años y sólo lamento que mi madre no esté aquí para asombrarse de lo mayor que se ha hecho su primogénito. Ella lo haría con un mohín de incredulidad, por coquetería y para consolarme: la estoy viendo. Pero no puedo poner triste, porque, en realidad, mis padres celebran hoy, en mí, fruto de su matrimonio, sus bodas de oro. O es que acaso no soy yo soy matrimonio encarnado, vivísimo, y celebrándolos, agradecido.
Muchas felicidades, Enrique. No me cabe duda, de que te queda mucho por hacer y decir.
ResponderEliminarQuerido Enrique:
ResponderEliminarAunque creo que ya te lo he dicho en otra ocasión, mi hermano Fernando también cumplió 50 años el día 13 de enero. Nació el 13 el número 13 de los hijos y se llamó Fernando porque nació en Sevilla. Mis padres tampoco estuvieron en la tierra para celebrarlo.
Felicidades.
Ana
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