Lo prometido es deuda: deuda cumplida.
La glosa, de Eugenio d'Ors:
Fíjate. Cuando su expedición, Tobías el hijo no era ya una criatura. Era un zagalón de diecinueve mayos. Demasiada edad para medroserías de pensar y gritar que el pez iba a devorarle, de no haberle visto como todo un señor pez. En la Vulgata le encontramos calificado de enorme "piscis immanis"... Mas, de otra parte, parémonos a considerar la facilidad de la pesca, aconsejada por el Custodio. Dice al mozo éste: "Tómale por las agallas y sácale a tierra..." Y así es hecho, manifiestamente sin mal ni lucha.
Y es que el pez de Tobías era a la vez grande y pequeño. [...] Grande y pequeño, el pez de Tobías... Grande y pequeño como las tribulaciones que sobrevienen a los humanos.
Dice mi amiga Merl que lo prometido es duda, porque nuca sabemos si se va a cumplir. Aunque tú eres de ley...
ResponderEliminarEs un cuadro precioso, el contraste del Arcángel con Tobías -casi niño- No había visto antes a ambos personajes en una actitud de miedo y protección tan acusada. Y lo mejor: el lugar del pez en la composición.(¿?) Esperamos tu glosa...
ResponderEliminar“Precoces perfecciones, criaturas mimadas,
ResponderEliminarElevadas crestas, aristas aurorales
De toda creación, divino polen,
Junturas de luz, pasillos, escaleras, tronos,
Aires de esencia, escudos de dicha, tumultos
De éxtasis tormentoso, y, de pronto, aislados
Espejos
Cuya belleza rebota, esparciéndose
Por el rostro que en ellos se refleja.
[...]
Tienen los labios fatigados,
Las almas claras, sin límites.
Y una nostalgia (tal vez de pecado)
A veces cruza sus sueños.
[...]
Si el arcángel, hoy en día, amenaza de las estrellas,
Diera un solo paso hacia nosotros,
Nuestro corazón,
Sobresaltado, nos mataría.
[...]
Porque lo bello
No es más que ese grado terrible que todavía podemos soportar,
Y si lo admiramos tanto es solo
Porque impasible, desdeña destruirnos”.
Nuestro Rilke español, Antonio Gala, también decía algo sobre Tobías y el Ángel, pero ahora mismo no lo tengo a mano...
(Quiero decir que la belleza es una forma de lo terrible, como decía don Rainer María, pero también de lo morboso. Tal vez la pureza necesite un mínimo de virtuosa fealdad, no sé...).
Qué triste estar aquí aburrido, a menos de cuatro metros del original de Rosales (le estamos haciendo el infarrojo) sintiendo no estar en Jerez de la Frontera escuchando a los maestros Rosillo, d'Ors y (el bueno de) Trapiello... con José Mateos, Abel Feu y Enrique Máiquez. Dejarme ser, por favor, el único que no celebre esta tarde el cuadro de Rosales!
ResponderEliminarDon Dekarde, ruego a Ud. que no se olvide más veces de poner en sus post, cuando corresponda, los signos diacríticos que indican ironía (que para eso están ¿o no?).
ResponderEliminarLO RIESGOSO
ResponderEliminarDijo Mirtias (un estudiante sirio
de Alejandría: bajo el reinado
de augusto Constante y augusto Constancio,
gentil en parte, y en parte cristianizado):
"Fortalecido con meditación y estudio,
yo no temeré a mis pasiones como un cobarde.
Mi cuerpo a los placeres entregaré,
a las delectaciones soñadas,
a los más atrevidos deseos amorosos,
a los lúbricos impulsos de mi sangre, sin
ningún temor, porque cuando quiera -
y tenga decisión, fortalecido
como estaré con meditación y estudio -
en los momentos críticos he de reencontrar
mi espíritu, igual que otrora, ascético".
Y aquí añado yo...¿eso no es tribulación?...Valga esta apostilla de Constantino cavafis
Vaya, yo estaba tan tranquila y Jaime con su noticia de Jerez me ha contagiado la envidia. No sé qué decirte, Rosales en El Prado al menos tiene un poco más de romanticismo que la mesa blanca, el foio en blanco, la mente en blanco...tesis. Enrique, nos contarás de Jerez, ¿no?
ResponderEliminarPues a mi lo que no se me va de la cabeza es la imagen brillante de los mamelucos. Ando sulibellado. Lo que daría por visitarla.
ResponderEliminarVariacion pictorica sobre el tema, que siempre he llevado conmigo desde 1999, en http://www.malarze.com/obrazy/mal_krajobraz.jpg
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