¡Qué pena que no viniera
un diluvio universal
y se ahogara del alcalde
al último concejal!
Con la peculiaridad de que aquel día, en la mesa, junto al autor y al presentador, estaba el flamante Concejal de Cultura de mi pueblo, que para colmo estaba oyendo y entendiendo, que ya fue mala suerte. El hombre hizo un gesto entre la protesta y la resignación: no quería ahogarse, no, aunque si lo pedía la cultura... Al público, como es lógico, aquello le pareció muy sugestivo y ya se estuvo sonriendo toda la presentación. Desde cierto punto de vista, fue un éxito: nunca he visto caras como ésas, tan de aprobación, en ninguna otra intervención pública mía.
¡Qué genialidad de metedura de pata la tuya!
ResponderEliminarPor cierto que a las 12 presenta Baltanás en Sevilla el libro de Aquilino Duque.
Gracias. La genialidad es de Aquilino, la pata mía.
ResponderEliminarHola! Anacó me ha traido hasta aqui a raiz de una confusión que he tenido con la saga D'ors...
ResponderEliminarMe he reido con tu metedura de pata... es ese tipo de meteduras de pata que se agradece si estás sentado entre el público!. Además muy apropiada para las fechas en las que estamos, a veces con tanta campaña te dan ganas de que venga el diluvio universal y se lo lleve todo!!!.
¡Encantada!