—A ver, Romero, ¿quieres hacer el favor de concentrarte y dejar esa sonrisita para el recreo, hombre? ¿Pero qué estás haciendo?
—Pues… leyéndote —y saca el tío un recorte bastante manoseado con mi artículo sobre los alumnos.
Así las cosas, ¿cómo reñirle a Romero? Y tras unos momentos de desconcierto, reanudo la clase.
—Bien; todos los que no estén aprovechando el tiempo como Romero, que atiendan…
Ay la vanidad satisfecha... ay el tiempo, perderlo y ganarlo. cómo se pierde, cómo se gana...
ResponderEliminarPara mí que este Romero
ResponderEliminarcon ese airecillo loco
se está trabajando un poco
el Notable con esmero.
Hay que quitarse el sombrero
ante ese gesto tan majo:
mandar la huelga al carajo
y preferir, con rigor,
a ese Máiquez escritor
y no al otro del Trabajo.
ESPINELETE
¿Afasia o principio de Alzheimer, don Enrique? Perdoneme que le recuerde que era usted el que permanecía ensimismado en la poética grafitera de mi adusto cartapacio, tuvimos todos que suplicarle delicadamente que continuase impartiéndonos sus sabias lecciones.
ResponderEliminar* Espero que esta modesta aclaración no influya en el Notable.
¡Ah, la fama!
ResponderEliminarQué buena salida la de Romero, entonces y ahora.
Afa... qué.
ResponderEliminarYo no he dicho eso, eh... ay, mi notable.
Ja, ja, muy bueno. Imagina que hubiera pasado en Italia, con la profesora de día /actriz porno de noche:
ResponderEliminar-¡Luiggi, qué haces!
-Nada, señorita, admirándola en unas fotos -dice, inocentemente, mientras dobla un "Playboy" y lo mete en el pupitre-
-Niños, tomad ejemplo de Luiggi. El que quiera matrícula de honor, ya sabe...
Doloroso y oportuno ejemplo, Nadie, que me recuerda que la vanidad tiene un lado pornográfico, que conviene tapar un poco...
ResponderEliminarHombre, Máiquez, voy a sentar un precedente, no suelo en la misma entrada prodigarme por aquello del principio "non bis in idem", pero ahí va:
ResponderEliminarAfasia es término oscuro
en el modo en que se emplea.
En vez de Notable, sea
Aprobado puro y duro.
Romero es aroma puro
y bien conocido. Pero
para el pobre decimero
aclárese, por su bien,
en esta historieta quién
es verdadero Romero.
Lo de Nadie es muy bueno, já, já... ESPINELETE. Y me voy a clase hasta la ocho, a ver si no me ensimismo viendo adustos cartapacios.
Habrá que seguirle la pista a Romero, que demuestra inteligencia tanto si dice la verdad como si miente.
ResponderEliminarLo que me he reído con los dos romeros y espinelete... ay.
ResponderEliminarmuy divertido todo este cruce de comentarios
ResponderEliminarEso de hacerle la pelota al profe me huele a mi....a Romero.
ResponderEliminar¡Notable para Romero, ya!
ResponderEliminarEn mi blog ha dejado un comentario el tal Romero, vamos, no sé si será el mismo, o el otro, pero este aspira ya a la matrícula de honor.
ResponderEliminarAlguien conversando con los artefactos que dejamos atrás, es alguien que sin lugar a dudas está en buen camino. A dónde?, no sé, pero allá va y que siga yendo para ver qué tan lejos puede llegar.
ResponderEliminarSaludos,