NUEVO CASO DE HYBRIS
Arte:
una letra de amor
y tres de muerte.
jueves, 13 de diciembre de 2007
Aurora Luque
Ayer en un acto poéticopolíticoeducativo, Aurora Luque lo bordó o la montó, según se mire. La habían llevado para que leyese algo suyo en el homenaje de los poetas docentes de Andalucía a la Generación famosa del 27 en su [esta vez] ochenta aniversario [y los que te rondaré, morena]. Ella se subió tranquilamente a la tarima y, en vez de un poema, cantó las verdades del barquero sobre el escaso respeto de nuestro sistema educativo a la literatura y a la cultura y hasta a la educación en general. Antes Antonio Carvajal había roto una lanza muy bien rota y Benítez Ariza, más a lo british, se había dejado caer con mucha intención. Pero la Luque se rompió la camisa. Un Rodríguez Adrados a la malagueña. El público docente (el político ya digo que no) rompió en un aplauso casi de ópera. Un ratazo: plas-plas-plas-plas-plas. Fue, en contra de lo que uno espera de los actos póeticopolíticoeducativos, emocionante. A la salida todo el mundo felicitaba a Luque por valiente y exacta y eso. A mí me dio pena que en plena vena reivindicativa nadie recordase que en sus libros hay, de repente, iluminaciones inolvidables, que habría que agradecerle lo mismo o más. Como ésta, por ejemplo:
Pues sí, es tan "útil" lo uno como lo otro. Gran poeta, Aurora Luque.
ResponderEliminarSi yo lograra escribir algo así, después de hacerlo me sentaría a admirarme... ¿será por eso que no tengo esta capacidad?
ResponderEliminarNo me gusta demasiado lo poco que he leído de Aurora Luque, pero hay que apuntarle la valentía y descubrirse ante ese poema. Quizá, con un poco de suerte, las autoridades (es un decir) educativas dejen de montar chiringuitos culturoides.
ResponderEliminarPues me encantaría leer la filípica de la Luque. El poemilla, machadiano él. Si fuera de don Antonio o de don Manuel sería famoso.
ResponderEliminarBuen resumen de lo allí ocurrido, Enrique. Fue un placer oírlo.
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