En España, donde de diez matrimonios se separan siete, no hay que sorprenderse por la abundancia de separatistas. Eso yo lo tenía claro. Ahora bien, ayer, Arcadi me dio una lección de las buenas. Recordó Espada que el derecho a decidir que hogaño exigen los nacionalistas es el mismísimo lema de las abortistas de antaño. Lo gritaron el pesado sábado precisamente en Barcelona los nacionalistas y las nacionalistas. A Arcadi no le extraña. A mí menos.
De un tiempo a esta parte, lo que venía extrañando es que quienes son tan relativistas para cosas tan importantes como el sentido religioso de la vida, el estatus de la vida embrionaria o las relaciones afectivas (lo que uno, modestamente, considera de ley natural), tuviesen esa meridiana claridad para defender una ordenación territorial y política concreta.
ResponderEliminarNo se confunda, agus. En un número abrumador coincide que los creyentes en la(s) patria(s) lo son también en la correspondiente religión. De relativistas nada, ojalá.
ResponderEliminarPor otro lado, no todos los que aceptan el aborto son relativistas. Los hay absolutamente convencidos de que es un derecho de la madre sin ninguna restricción.
¿el derecho a decidir, es un derecho de la Madre patria? Ahora entiendo porque los separatistas quieren romper "los lazos" con la tierra que les vió nacer. ¿acabarán ellos en el desagüe camino de las cloacas?
ResponderEliminarDerechos y deberes.
No sólo les mandan deberes a los niños, las madres también los tienen.
Estimado Ignacio, su inquina por quienes abominamos del pensiero dévole que usted defiende vuelve a cegarle una vez más. O -puede ser- yo no me he explicado bien.
ResponderEliminarTiene más lógica que uno que cree en dogmas de ley natural, incluya entre estos la unidad de España. Lo que es de juzgado de guardia es la de tantos relativistas en los campos que yo he mencionado sean tan firmes en su defensa de la unidad española.
Me parece que no se entera usted de nada, agus.
ResponderEliminarEs posible.
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