Son las cuatro de la mañana, acabo de leer tu traducción de Quintana y la estoy imprimiendo -imagínate el ruido en mitad de la noche- para poder leerla de nuevo estos días, cuando no tenga el PC delante. Sé que me va a servir bien en mi camino.
Muchísimas gracias por traerme/traernos textos como este a los que de otra forma nunca habría podido llegar.
PD: Te leo todos los miércoles en el Diario de Sevilla.
Sin palabras.
ResponderEliminarAprovecho para felicitarte por sus/tus brillantes Puntos suspensivos... La edición, preciosa.
ResponderEliminarNo, con palabras, aunque no se digan por fuera. Una palabrita al menos para esa foto de Quintana al cabo de muchos años de luchar con el ángel.
ResponderEliminarAntes de nada, feliz año 2008.
ResponderEliminarSon las cuatro de la mañana, acabo de leer tu traducción de Quintana y la estoy imprimiendo -imagínate el ruido en mitad de la noche- para poder leerla de nuevo estos días, cuando no tenga el PC delante. Sé que me va a servir bien en mi camino.
Muchísimas gracias por traerme/traernos textos como este a los que de otra forma nunca habría podido llegar.
PD: Te leo todos los miércoles en el Diario de Sevilla.
Buenísimo el texto de Mario Quintana. Lo dice todo. Y punto (suspensivo).
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