Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
miércoles, 16 de abril de 2008
Me harto de balón
O hay un exceso de yo-yo. A mitad de columna me doy cuenta, y entonces aviso de que no venía a hablar de mí, y, aunque es verdad, la precisión quizá empeore las cosas.¡I!
¡Qué bueno! Lo de las palabras raras me recuerda una anécdota un tanto maquiavélica de mi padre. Siendo niño quiso meterse con su hermano pequeño y le dijo: ¿Lo que pasa, Jorge, es que +eres es un heliotropo? Y el hermano, rojo de ira, le contestó: ¡Y tú, y tú... y tú un maricón! Y mi padre triunfante fue corriendo a mi abuelo: ¡Papá, Jorge me ha llamado maricón!
Pesa a utilizar frecuentemente las palabrotas, y alguna que otra obscenidad, como aderezo para mis columnas (¿por qué nadie repara en mí para académico de algo?), estoy completamente de acuerdo con tu columna. Es más, me ha encantado.
Sin embargo, creo que el problema no es el uso de la palabrota, sino la carencia de recursos para usar otra cosa. Pérez Reverte usa las palabrotas porque, entre los muchos registros idiomáticos que domina, en determinados momentos cree conveniente usar ese en particular. Yo, humildemente y a mi nivel, hago lo mismo. En ambos casos, la palabrota es riqueza idiomática, no pobreza, y correctamente empleada da a las letras una fuerza explosiva que es muy dificil, imposible o inapropiado intentar por otras vías (en determinadas ocasiones, insisto). Seguro que Pérez Reverte piensa lo mismo que tú y que yo sobre los "analfachikifenómenos" de la actualidad. Un abrazo
Querido Enrique. Aprovecho tu blog para invitarte a una lectura poética y una disertación que se hará sobre mi obra en el Círculo Mercantil, callle sierpes, día 22 de abril por el poeta y escritor Antonio Murciano. Será a las 20 horas. Tu amiga y compañera en la poesía Belén Núñez. Estáis todos invitados y aprovecho para felicitarte por tu blog. Belén Núñez
Gran anécdota la del heliotropo. Y muy bien visto el peligro de los columnistas de ponerse al nivel más bajo para conectar con 'la masa'. A mí me ha alegrado ver la crítica a Pérez-Reverte, porque estoy aburrido del personaje: malote y de la Real Academia, todo es una basura pero yo navego en mi yate, todo son una mierda menos yo, los franceses son unos canallas, pero yo soy francés cuando me dan una medalla (hoy he visto la noticia). No seré yo el que me escandalice de las palabrotas, pero sí que estoy aburrido de Pérez Reverte. En cambio Pérez Reverte no hubiera sido capaz de hacer los juegos de palabras que Nadie nos ha regalado en los comentarios de los últimos días en este blog. Saludos. Angel
Córcholis, Nadie, tienes toda la razón: el argumento me ha quedado pedantín de más. Menos mal que lo habéis entendido bien Arp y tú. No tengo nada, rayos y truenos, contra las palabrotas cuando cumplen bravamente su papel, sino contra que sean un recurso retórico exitoso y facilón.
Querida Belén; gracias por la invitación. El día 22 me resulta imposible ir a Sevilla. A los que pueden les animo a que vayan, y yo te mando un abrazo fuerte.
El nivel cultural está decayendo tan estrepitosamente que cualquiera que no reniegue de sus estudios de BUP terminará sobresaliendo como un polígrafo montañés.
Uno espolvorea sus artículos de palabrotas y lo nombran de la Real Academia de la Lengua
Se acabaron los eruditos a la violeta: ahora la gente sólo imposta una morada ordinariez.
De seguir así, cualquier texto sin faltas ortográficas se percibirá como un culteranismo insufrible.
Antes, cuando un profesor usaba una palabra desconocida, uno o se la apuntaba para buscarla después en el diccionario o la preguntaba, levantando tímidamente la mano. Ahora los alumnos protestan con ásperos aspavientos: "¡Hala, hala, qué dices!" Y los alumnos son un reflejo inocente de la sociedad.
Algunos mayores de edad perciben como una provocativa chulería del columnista que éste escriba algo que a ellos no les suene de la tele.
Con todos mis respetos, he leído tu artículo y espero que sea un juego de palabras a propósito de Pérez Reverte y su lengua, porque la Real Academia (RAE) lo es Española.No de la lengua.
¡Pedante! ¡Exquisito! [¿Chikiliqué?]
ResponderEliminar¡Qué bueno! Lo de las palabras raras me recuerda una anécdota un tanto maquiavélica de mi padre. Siendo niño quiso meterse con su hermano pequeño y le dijo: ¿Lo que pasa, Jorge, es que +eres es un heliotropo? Y el hermano, rojo de ira, le contestó: ¡Y tú, y tú... y tú un maricón! Y mi padre triunfante fue corriendo a mi abuelo: ¡Papá, Jorge me ha llamado maricón!
ResponderEliminarPesa a utilizar frecuentemente las palabrotas, y alguna que otra obscenidad, como aderezo para mis columnas (¿por qué nadie repara en mí para académico de algo?), estoy completamente de acuerdo con tu columna. Es más, me ha encantado.
ResponderEliminarSin embargo, creo que el problema no es el uso de la palabrota, sino la carencia de recursos para usar otra cosa. Pérez Reverte usa las palabrotas porque, entre los muchos registros idiomáticos que domina, en determinados momentos cree conveniente usar ese en particular. Yo, humildemente y a mi nivel, hago lo mismo. En ambos casos, la palabrota es riqueza idiomática, no pobreza, y correctamente empleada da a las letras una fuerza explosiva que es muy dificil, imposible o inapropiado intentar por otras vías (en determinadas ocasiones, insisto). Seguro que Pérez Reverte piensa lo mismo que tú y que yo sobre los "analfachikifenómenos" de la actualidad.
Un abrazo
Querido Enrique. Aprovecho tu blog para invitarte a una lectura poética y una disertación que se hará sobre mi obra en el Círculo Mercantil, callle sierpes, día 22 de abril por el poeta y escritor Antonio Murciano. Será a las 20 horas. Tu amiga y compañera en la poesía Belén Núñez. Estáis todos invitados y aprovecho para felicitarte por tu blog. Belén Núñez
ResponderEliminarGran anécdota la del heliotropo.
ResponderEliminarY muy bien visto el peligro de los columnistas de ponerse al nivel más bajo para conectar con 'la masa'.
A mí me ha alegrado ver la crítica a Pérez-Reverte, porque estoy aburrido del personaje: malote y de la Real Academia, todo es una basura pero yo navego en mi yate, todo son una mierda menos yo, los franceses son unos canallas, pero yo soy francés cuando me dan una medalla (hoy he visto la noticia). No seré yo el que me escandalice de las palabrotas, pero sí que estoy aburrido de Pérez Reverte.
En cambio Pérez Reverte no hubiera sido capaz de hacer los juegos de palabras que Nadie nos ha regalado en los comentarios de los últimos días en este blog.
Saludos. Angel
Córcholis, Nadie, tienes toda la razón: el argumento me ha quedado pedantín de más. Menos mal que lo habéis entendido bien Arp y tú. No tengo nada, rayos y truenos, contra las palabrotas cuando cumplen bravamente su papel, sino contra que sean un recurso retórico exitoso y facilón.
ResponderEliminarQuerida Belén; gracias por la invitación. El día 22 me resulta imposible ir a Sevilla. A los que pueden les animo a que vayan, y yo te mando un abrazo fuerte.
ResponderEliminarGeniales frases...
ResponderEliminarEl nivel cultural está decayendo tan estrepitosamente que cualquiera que no reniegue de sus estudios de BUP terminará sobresaliendo como un polígrafo montañés.
Uno espolvorea sus artículos de palabrotas y lo nombran de la Real Academia de la Lengua
Se acabaron los eruditos a la violeta: ahora la gente sólo imposta una morada ordinariez.
De seguir así, cualquier texto sin faltas ortográficas se percibirá como un culteranismo insufrible.
Antes, cuando un profesor usaba una palabra desconocida, uno o se la apuntaba para buscarla después en el diccionario o la preguntaba, levantando tímidamente la mano. Ahora los alumnos protestan con ásperos aspavientos: "¡Hala, hala, qué dices!" Y los alumnos son un reflejo inocente de la sociedad.
Algunos mayores de edad perciben como una provocativa chulería del columnista que éste escriba algo que a ellos no les suene de la tele.
Mil gracias, JI, por esta atención de barbero bonaerense del rey de Suecia que me dispensas. Quedo honradísimo (y bien pelado).
ResponderEliminarSi es así, pues un olé por la pedantería. Y que sigan rebuznando.
ResponderEliminarCon todos mis respetos, he leído tu artículo y espero que sea un juego de palabras a propósito de Pérez Reverte y su lengua, porque la Real Academia (RAE) lo es Española.No de la lengua.
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