Y sobre todo éste, tremendo, extraordinario, de Esteban. Fíjense en "El Gobierno de Guadaña", que tendría que habérseme ocurrido a mí, pero mucho mejor a él, claro.
Estoy como el portero, que celebra de lejos y eufórico los goles de los delanteros. Aunque el tema, por supuesto, no es para muchas celebraciones. Pero por eso mismo, más.
El tema es tan tremendo que estos chistes, siendo magníficos, tienen una triste gracia.
ResponderEliminarY encima la ministra ni siquiera tiene ese morbo de las vampiresas de los comics de terror, que le seducen a uno y luego lo abren en canal. Ni eso.
ResponderEliminarTe pirateé uno de los chistes para tocar este asunto y, claro, para citarme. Y como ando con la conexión a pedales ya ni se si te dije o no...
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