Eres un genio. Cualquier día te llevas un disgusto.
A mí tampoco me gusta la ropa cara, ni las joyas, ni los muebles de caoba, y no es por el "están verdes" de la zorra, aunque bien podía, es que de verdad no me gustan... pero mira que da rabia que no lo sepan.
Agudísimo.
ResponderEliminarComo aquel ideal de los demonios de Lewis: que nos pasemos la vida haciendo, ni lo que debíamos, ni lo que nos gustaba.
grande, breve y en el clavo, ains lo que nos enseñas Enrique!!!
ResponderEliminarOlé
ResponderEliminarLa envidia es tonta, tontísima, pero de un puñetero...
ResponderEliminarLo malo los que dicen que
ResponderEliminarla envidia es tanta...
Eres un genio. Cualquier día te llevas un disgusto.
ResponderEliminarA mí tampoco me gusta la ropa cara, ni las joyas, ni los muebles de caoba, y no es por el "están verdes" de la zorra, aunque bien podía, es que de verdad no me gustan... pero mira que da rabia que no lo sepan.