viernes, 26 de septiembre de 2008

Procrastinación

Hace muchos años que Dios tenía que haber ordenado el fin del mundo. No le gusta que los ángeles exterminadores se lo recuerden, porque le entra la mala conciencia, aunque enseguida se olvida. Estuvo varios meses paralizado, pendiente de que un poeta menor encontrase una rima para un soneto, que la tenía en la punta de la lengua. No la encontró y el poeta se pasó al verso libre. Entonces Dios se entusiasmó como un muchacho con unos huevos de petirrojo, allá en la verde Inglaterra. Se le iban los días asomándose al nido para sorprender a los polluelos saliendo del cascarón. Tiene debilidad por los primeros pasos de los niños, y por los de los ancianos. A veces, con el Arcángel San Gabriel, que es su confidente para asuntos del corazón, se ha preguntado si podrá poner la atención requerida en cada agonía cuando mueran todos los seres humanos del mundo a la vez en el Apocalipsis total. Gabriel le contesta que por supuesto, que Él es Él; pero Él dice: “no sé, no sé, mejor ir poco a poco, sobre seguro”. Y se va corriendo, antes de que se le haga tarde, a acompañar a Alberto, que espera a su novia en el portal, como todas las tardes.

14 comentarios:

  1. "Diario del Padre Eterno" ¿2º parte?

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  2. Creo en Enrique García Máiquez, poeta del cielo y de la tierra...

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  3. Maestro:

    No sé si le halagara saber esto, pero su texto me ha servido para hacer oración, para reflexionar sobre la Presencia de Dios en nuestras vidas cotidianas.

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  4. Bueno, bueno y bueno. A mí también me ha servido.

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  5. Anónimo9:10 p. m.

    Ya quisiera un joyón etrusco tener el brillo de esta entrada.

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  6. Anónimo10:44 p. m.

    Me ha encantado, de verdad. Últimamente te veo muy bien, Enrique.

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  7. Anónimo12:12 p. m.

    Procrastination is a virtue then, perhaps one of the greatest. Don't do today what you can leave for tomorrow, especially if it is better for all your brethren.

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  8. Hermoso, simplemente hermoso. Dios te bendiga.Visítame.

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  9. Llevo días leyendo esto maravillado. Es justo que te lo escriba, como si pagara una entrada para volver a leerlo.

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  10. Precioso.
    Tenemos en casa a mi padre, ya el abuelo, yéndose poco a poco; por etapas.
    Primero se despide lentamente la memoria.
    A ratos el carácter también se marcha, aunque luego vuelve, para volver a irse inesperadamente.

    Consuela saber que Dios lo acompaña.

    Gracias¡

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