miércoles, 26 de noviembre de 2008

Lloreras

La clásica: Quien bien te quiere te hará llorar.

Y ya para forofos: Quien bien te quiere te oirá llorar. [Hay que pinchar en la portada de la revista, abrir el PDF y, finalmente, ir a la página 7]

7 comentarios:

  1. Pues lo que tú ya sabes, emocionado y admirado, una vez más. Recojo para mi baúl de las cosas sabias el "quien bien te quiere te oirá llorar".

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  2. Anónimo11:17 a. m.

    Muy generoso. Tú espera que empecemos; que entre exámenes, envíos, columnas y lloreras, igual no te queda tiempo ni para gambas frías.
    Hace años, los niños muy pequeños, pasamos unos días en una casa rural cerca de Lisboa. La dueña, encantadora y buenísima cocinera, al despedirme me dio un abrazo y me dijo "recuerda que aquí tienes un hombro". Yo no sé qué vería la mujer, o si fue porque siempre hay motivos para necesitar un hombro, o si es una fórmula de despedida portuguesa, pero me emocionó un montón. Me acuerdo muchas veces de ella y de su hombro.

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  3. Anónimo4:03 p. m.

    Mucha gracias por la genialidad en el cambio de palabra - creo que a partir de ahora lloraré todavía más a gusto- y muchas gracias por recordarnos que llorar es todavia algo políticamente correctísimo.
    Bueno, que quede claro que no soy ninguna "lloreras".

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  4. Enrique, con tu permiso, tomo nota del artículo del Diario para incluirlo en uno de mis libros de bachillerato, para que nuestros alumnos te hagan un comentario crítico de textos...

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  5. Muchísimas gracias, Suso: qué bien se está en tu baúl.

    Preciosa expresión, CristinaB, la de tu dueña portuguesa: sin tantos caracoleos como uno -que me pierden- fue a lo esencial.

    Mafalda, queda claro.

    Y se me saltan las lágrimas, de ilusión, con el ascenso a tu libro, JAGR. Eso sí, espero que en su lectura crítica los de Bachillerato no me suspendan... Qué miedo.

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  6. Leyéndote me queda la duda de si quién tiene que aprender a suspender son los alumnos, los profesores,los políticos reformadores de la cosa o tal vez todos.

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  7. A ver, el suspenso es a veces necesario, pero el refrán es mentira. Una sucia mentira que nos han estado colando durante años. Quien bien te quiere NUNCA te hará llorar. Y si lo hace y encima se ampara en el odioso refrán, es que es un cínico, un malvado, un hipócrita o la señorita Rottenmeyer.

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