Puedo declarar ahora con enorme satisfacción, que me equivoqué. El verso libre y corto, gracias sobre todo a un sentido muy fino del ritmo interno y a unos encabalgamientos altamente significativos, levanta el vuelo. De hecho es capaz de volar a pesar de un léxico poco ligero, lleno de palabrones poéticos, que pesarían como el plomo en cualquier otra poesía. Aquí hasta funcionan.
Sobre lo que nos cuenta, el título no podía ser más explícito: la obsesión por la muerte y el duelo por la del padre. Qué interesante la cantidad de poetas españoles, de Jorge Manrique a José Mateos, pasando por Juan Luis Panero, que han escrito obsesivamente sobre la muerte del padre. Un tema muy nuestro, parece.
Pero no nos vayamos por las ramas, o por las raíces. Ahí va un fruto:
SI ME ROBAS EL CIELO ME ROBAS
la vida, si me robas la tierra
la vida también robas.
En mi tierra déjame, déjame
en mi cielo. Los dos
son patria, un día
ya sólo tierra, ya sólo
cielo.
Estoy obsesionada con la belleza de las Coplas de Manrique, gracias al CAP lo he redescubierto, a él y a Berceo, ¡y ahora lo nombras tú!
ResponderEliminar...Oye, me parece muy bueno el poema que ha elegido el barbero en esta ocasión. Me dejas con ganas de más, que es lo que se pretende.
Y tengo que leer al pobre Pizarro que me envió su libro y con tanta unidad didáctica no leo naaada... y encima me voy a meter en... huy, esto último te lo cuento por teléfono.
No sabía lo del libro del bueno de Suso; no me extraña la calidad de su poesía, conociendo la calidad de su blog. Y qué decir de su calidad humana. Aquí se da una conjunción perfecta.
ResponderEliminarSuso Ares es todo un hallazgo, o mejor dicho toda una aparición. Tiene una voz, en prosa y en verso, y una mirada, que no es sólo mirada, que es modo de ser o de estar, particularísimas. Hay algo en él que parece nuevo, no diferente, nuevo.
ResponderEliminarAlgo muy hondo, que no sé qué es, pero que creo que tiene que ver con esa pobreza que añoraba Mozart (aquello que contaba Bobin de que no estaba satisfecho con no sé qué pieza porque le faltaba pobreza), que no es apagar el brillo para disimular (como se hace ahora con la plata o con el bronce, que lo vemos mejor patinado, cuando antes venga sidol y paño y todo a relumbrar), sino que es otra cosa dificilísima.
Mucho más difícil que bajarse sus libros, que ya es decir, porque no hay modo de entrarles.
Yo he leído también "Obsesión y Duelo" y me ha encantado. En otro tono y en prosa su Diccionario Cordial es también precioso.
ResponderEliminarYo vengo aquí también a aplaudir los versos de Suso; y es un motivo mayor de alegría el que se trate de alguien que apreciamos.
ResponderEliminarY muy buena la crítica, Enrique.
Perdona, Cristina, bajarse sus libros está tirado, los tiene a la derecha de su blog, haces clic ahí... y ya está.... Pero además en Bubok los tienes también (algunos, 3)
ResponderEliminarMe dejáis totalmente abrumado. ¡Tierra, trágama, o cielo, súbeme!
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias, gracias...
Con personas como vosotros, admirados y muy queridos amigos, es imposible perder el rumbo. Que Dios os bendiga.
Y yo que leí por error en el primer verso "Si me robas el cielo me borras"...
ResponderEliminarQuerida Master, Aurora del Boalo (que, por cierto, tú también eres de ¡Oh! ¡Ah!), ¿perdonar de qué? Muchísimas gracias por la indicación. El problema lo tenía en el paso siguiente porque soy muy cenutria y me empeñaba en descargarlos en la pestañita visualizar, que es la que no se deja y me sale con que me actualice.
ResponderEliminarHoy por fin he descubierto por dónde hay que ir. Estoy feliz.