...........RESTAURANTE CHINO
Por favor, no te vayas.
Espera a que acabemos la Familia Feliz.
Come un poco de Pato Lacado y de Chop Suey.
No me pongas, amor, en evidencia
ante la concurrencia.
Pero, si quieres, huye,
Déjame.
Daré cuenta yo solo de esta cena agridulce.
Cuando tú te hayas ido,
Me envolverán las sobras.
lunes, 9 de marzo de 2009
Un tema generacional
Nos recordaba Jesús Beades que Miguel d'Ors detectó un tema generacional en nuestra afición a los cafés, y añadía con lucidez Beades que la fuente (o cafetera) podría ser la humeante poesía de Carmelo Guillén. Lo he recordado al leer los nuevos poemas de Jon Juaristi en el último número de la revista Renacimiento, donde brilla con luz propia uno asombrosamente parecido a éste del mismo d'Ors. Como al astuto Juaristi no se le escapa una, el parentesco evidente entre ambos poemas será buscado, como subrayando un tema generacional (inquietante):
Los dos versos finales son el colofón generacional, seguro que las generaciones del 80 en adelante no reconocen la canción a la que hacen homenaje.
ResponderEliminarComo siempre tus entradas de los lunes me dan la vida Enrique. Peazo de final de poema illo. Por cierto ¿qué opina el artista y el respetable, de ese cuarto y quinto verso rimando en medio del poema? chau
ResponderEliminarGracias por levantarnos la perdiz, AnaCó. Yo estaba como Rojo, admirando el final, y el acierto de "me envolverán las sobras" sin caer en la intertextualidad, que, ay, me da la impresión que le quita un pelín de grandeza, pero sólo un pelín.
ResponderEliminarY qué lujo de comentarios, como siempre. Esa rima consonante, de pronto, merece una reflexión. Es heterodoxa, claro, pero JOn Juaristi, que siempre bordea (sin caer casi nunca) en el tango (y más aquí, con su mención melódica final) se puede permitir esas licencias. De hecho, le dan al poema un tono casual, que funciona muy bien, ¿no?
Oso ona, Jon, y gracias, Enrique. Pero a mí no me resulta tan grande el parecido. Puestos a buscarle parientes, a mí me ha recordado a otro de Billy Collins, que puede consultarse en Internet y comienza así:
ResponderEliminarOLD MAN EATING ALONE IN A CHINESE RESTAURANT
I am glad I resisted the temptation,
if it was a temptation when I was young,
to write a poem about an old man
eating alone at a corner table in a Chinese restaurant.
[...]
(Billy Collins: Ballistics, New York, Random House, 2008, p. 102)
Eso le pasa por invitarla a un chino. Si la hubiese convidado en un restaurante comme il faut no lo habría dejado plantado, por lo menos en mitad del almuerzo.
ResponderEliminarPues lo siento mucho pero no me gusta. Un chino, rima fácil en el cuarto y quinto, ¿una huida?, unas sobras.....
ResponderEliminarDefinitivamente no me gusta.
Saludos.
A mí sí me gusta, qué caray. Es muy Juaristi y, por cierto, muy Salvago (del Ulises). Lo salva, cómo no (ay, generación) los dos últimos versos, con esa sutil-y-a-la-vez-evidente disemia, que lo hace tan abierto y oscuro al final. Pero, ojo, esa rima consonante es muy necesaria, en el sentido de necesidad que tiene el arte: al introducir esa rimita le quita peso al enfado, se lo toma con agridulce resignación (otro acierto disémico). Y con ese tono clava el sentimiento desfondado del matrimonio maduro, o la pareja, que no se acaba de llevar bien, pero la vida es así, etc.
ResponderEliminarCon todo, prefiero ese otro que ahora es tan actual:
"Que yo me la llevé al río
un día de Aberri Eguna
pero tenía marío
y era de Herri Batasuna".
(La verdad es que me asusté en la primera lectura... Qué situación).
No entiendo la manía de Juaristi por montar poemas tan malos en torno a un juego de palabras tan sin gracia como el de "sobras" / "sombras".
ResponderEliminarEl análisis de Beades me parece muy certero. Desde que Gabriel Celaya dijo que "los vascos somos gente seria" andamos muy necesitados de humor. Y estos poemas de Jon lo consiguen y me gustan más que cuando se mosquea con el "viento sobre las lóbregas colinas" y su "colección de armas de fuego". La rima y los demás guiños del poema son necesarios para provocar ese patetismo agridulce que es su principal acierto.
ResponderEliminarMe parece normal que tanto Manupé como Emilio Quintana no se entusiasmen con el poema de Juaristi. Arriesga mucho, lleva la poesía al límite del coloquialismo o de la prosa, como él mismo advertía en su libro de Hiperión. Yo, en cambio, estoy con Beades & Andoni. E insisto en la conexión d'Ors: fijaos, pizza y pollo agridulce, soledad y prosaísmo: están retratando (inmejorablemente) una época, una edad, unas circunstancias. ¡Y con qué melancolía!
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