domingo, 8 de marzo de 2009

Si me equivoco, el error no es mío

Uno de mis lemas es de Borges: "Piensa que los otros son justos, y si no es así, el error no es tuyo"; pero nunca pensé que lo aplicaría a los políticos, donde en principio prefiero el refranero: "Piensa mal y acertarás". Sin embargo, en el artículo de hoy estoy borgiano, o, si prefiere, ingenuo. El que está mosca es Juaristi, que conoce mejor el paño (y me deja, por tanto, en mosquito).

[Ah, a propósito: yo lo escribí con puntos y aparte y cursivas, como puede leerse en el trampolínk]

4 comentarios:

  1. Admiro vuestro valor de escribir de esos temas.
    Un saludo.

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  2. Enrique, muy bien analizado. El tema es fascinante.

    Creo que Girauta lo explicó muy bien el otro día, en la COPE. Decía que aquí hay que distinguir dos cosas: el saludable cambio de gobierno, que parece seguro que se va a dar, y el saludable cambio de política nacionalista, que -según él- no se va a dar aunque Patxi sea lehendakari, pues el nacionalismo ha infectado todo en Cataluña y en el País Vasco, especialmente al socialismo-debil-de-ideología.

    Aconsejaba, pues, ser escéptico.

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  3. Borges era un sabio de los que -ojalá- hubiera a miles por estos mundos de Dios.
    Como Fernando, opino que hay que ser escépticos.
    Un abrazo

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