miércoles, 2 de septiembre de 2009
Glosa
"Sólo se sirve a Dios y a la posteridad con artículos bien hechos", dice FO'C. Lo fascinante de la frase es el doble consuelo que (gracias a un falso falso amigo, o sea, verdadero) le deja al columnista. De un primer golpe, la frase permite entender que a la actualidad sí se la puede servir con artículos normalillos, que son los que hacemos normalmente. No es mucho, servir a la actualidad, que es señora que se puede morir, que de hecho se muere, que se muere a cada instante..., pero mucho peor es no servir. Si se sigue pensando la frase de Flannery, todavía consuela más. No añade a la buena factura de los artículos, como hacen otros, "que hablen de asuntos trascendentes". A Dios y a la posteridad y a Flannery les basta con que estén bien escritos. Escribir bien un artículo no es moco de pavo [real], pero el periodista se agarra a esa esperanza, pues al fin y al cabo eso lo procura siempre.
El alcalde de un pueblo en el que yo trabajé decía cuando alguna noticia le contrariaba: "da igual, no hay nada más antiguo que un periódico de ayer". Y lo tiraba a la papelera. El dicho, en plena era de las cibercomunicaciones, ya está obsoleto. "No hay nada más antiguo que un periódico de hoy".
ResponderEliminarPrecisamente por eso, la salvación de la prensa escrita -si es que existe- está en los artículos bien hechos. La urgencia y el rigor son malos compañeros.
En referencia a Flannery, un artículo bien hecho siempre sirve a Dios y a la posteridad, siempre habla de asuntos trascendentes, porque es respetuoso con la verdad. Si es el ropaje de una mentira, se llama propaganda. Y si la forma no está a la altura del buen fondo, entonces es una gazmoñería o una ñoñada inaceptable y perjudicial.
De normalillos nada, geniales. El de hoy me da una envidia tremenda.
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