A veces me preguntan por mi madre: hace tiempo que no la ven. Cuando les contesto que murió, se azoran. Al peluquero de perros (Perruquería Adolfo) le pasó ayer. A mí me gustaría explicarles que no importa, que es más, que lo agradezco. Me alegra saber que mi madre ha seguido viva para ellos estos meses. No es una equivocación, sino un símbolo. Pero eso es muy difícil de explicar, así que apenas digo nada, les sonrío.
“La última vez que la vi iba contigo”, precisa Adolfo.
Y sigue contigo...no lo olvides.Feliz día
ResponderEliminarNunca morimos Enrique, sobra siempre el cuerpo en un momento concreto, cuando nos molesta. Esa es nuestra grandeza, la de permanecer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Venía dispuesto a armar bronca por el hecho de que a ese sitio para peinar perros lo llamasen 'perruquería' (que yo pensaba que era la palabra gallega para 'peluquería', pero comprobando en el diccionario resulta que la palabra gallega para 'peluquería' es 'peluquería', aunque para 'peluquero' la palabra es 'perruqueiro'). Uff, esto del gallego es demasiado complicado para mí, no lo voy a aprender nunca: qué difícil idioma.
ResponderEliminarPues yo hubiera jurado haber visto "perruquería" en Galicia. Será cuestión de localismos. En todo caso, una ocurrencia chusca la del Adolfo.
ResponderEliminarEn las peluquerías en Galicia pone 'perruquería', pero por lo que parece, no saben gallego. En el Diccionario de la Real Academia Galega he visto luego algo así como 'peitería', pero perruquería no. Ya digo, esto del gallego es dificilísimo.
ResponderEliminarYo también agradezco que me pregunten por mi madre o por mi padre cuando todavía alguien lo hace.
ResponderEliminarDa pena que dejen de nombrarlos cuando saben que han muerto, sobre todo cuando eres consciente de que muchos, al verte, piensan en ellos. Como si les pareciera más delicado no citarlos.
Estaría bien, sería muy natural, no sé por qué no se hace, que quienes se interesaban por su salud y te daban recuerdos cuando estaban vivos, siguieran dándote el recuerdo después, e incluso interesándose por su otra salud si es que creen en ella.
Antes sí que se hacía así. Yo conocí una señora muy mayor que saludaba: "Hola Cuquita, que Dios tenga en la gloria a tu madre", dirigiéndose a la mía, y la mía le contestaba: "Gracias, Cati, y a todos tus difuntos"; y las dos se quedaban tan contentas. Cosas de antes.
Un abrazo.
¡Qué cosas tan bonitas de antes!
ResponderEliminarEmocionante entrada.
ResponderEliminarPrecioso poema en prosa. J
Leo tus entradas, pero nunca escribo. Esta vez, solo quiero decir: está con todos nosotros, los que hemos crecido juntos y pasados muchas ocasiones familiares juntos. ¿Te acuerdas de las mesas separadas (la de los niños y las de los mayores)? Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarCoco
En esta "cultura de muerte" la muerte nos da pavor y no sabemos cómo hablar de ella. Contradicciones de esta vida.
ResponderEliminarLa vida eterna en los corazones de la gente... Lo bueno es que los fantasmas, como demuestras, son reales aunque no de la manera que creemos que son... Nada de ectoplasma y espíritus vagabundos, solo recuerdos...
ResponderEliminarUn saludo.
Emocionante entrada para cualquier huérfano.
ResponderEliminarPerruqueria es peluquería en catalán.
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