martes, 20 de octubre de 2009
El grillo y yo
Me gusta cuando calla. Quizá porque uno intenta unir la canción y el silencio. Está el grillo —cri-cri-cri— cantando tan dichoso y yo me acerco (el criterío cada vez más estridente), me acerco más y más y doy cerca (¡no encima!) un pisotón autoritario —¡pon!— y enmudece de golpe y porrazo, dándole a la noche una tersura de cristal. Las estrellas dejan de titilar un momento, sorprendidas, brillando con los ojos muy abiertos. No sé si de niño jugaba yo a correr por el jardín de casa de mis padres tratando de callar a los grillos. Sería un juego sin fin, que en cuanto te das la vuelta, el grillo comienza a cantar, como con más ganas, divertido y burlón.
Qué nostalgia!!
ResponderEliminarVerano, divino tesoro,
que te vas para volver.
He disfrutado mucho del texto, y además has inventado, creo, una nueva palabra: "criterío". Te habrás dado cuenta de que sin el acento también cobra sentido la frase: hay quien tiene un criterio estridente, o así se lo tornan los gritos, no precisamente de grillos.
ResponderEliminarSaludos.
Plas plas plas...
ResponderEliminarEs que los grillos sólo son felices en la soledad, y por eso cantan. O quizás el cri-cri sólo lo oímos nosotros... yo no nunca he alcanzado a verlos cantar... ¿serán ellos?
ResponderEliminar¿Por qué les dirán grillos si viven libres?.
ResponderEliminarSerá porque algunos de chico, se divertían engrillando a los grillos.
¿Microrrelato o poema en prosa? En cualquier caso, me ha encantado.
ResponderEliminar¿Hay que suponer la metáfora grillo=conciencia?
ResponderEliminarSeguiría siendo un juego sin fin, pero menos divertido.
"Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo."
P. Neruda
El comentario de Ignacio me llega muy hondo, claro, pero todos están muy bien. Muchas gracias. Y qué misterio, Álvaro, si después de todo no fuesen los grillos los que cantasen, ¿eh? ¿Será el crepitar de las estrellas? ¿O el ruido del desfile del cambio de guardia de los ángeles de la guarda?
ResponderEliminarY Miguel, por Dios, Dios me libre de ir dando pisotones para acallarme la conciencia.
Bueno, llego un poco tarde pero que conste quesiempre he estado grillada por los grillos.
ResponderEliminarTú -jugando a las analogías, que por supuesto no es la idea-, tú, digo, podrías ser el Mundo. Y el grillo el poeta.
ResponderEliminarCriterío. Ja.
ResponderEliminarCriquerío hubiera dicho, no sé por qué.
(Imposible callar a un grillo cuando la noche está encima; salvo dandole fin a su vida).
No te pierdas un cuentecillo delicioso que se llama "El grillo silencioso" de Eric Carle y que publica la Editorial Kokinos.
ResponderEliminarVerás qué bien se escucha.
Sería mi regalo por el notición, por ejemplo.
¿Cantan lo grillos o, siguiendo la lógica del texto, critan? El comienzo parece un guiño nerudiano, aunque en este caso no plantea dudas ni mosqueos.
ResponderEliminarMuy interesante.
Saludos.
¡¡¡PRECIOSO!!!
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