miércoles, 21 de octubre de 2009
Otro elogio del blog
Una vez descubrí una razón evidente para publicar aquí todos los días: la nueva entrada tapa a la antigua. La corriente, que fluye, arrastra río abajo palabras del blog, palabras, que hubiese dicho Gerardo Diego. La mala conciencia se convierte entonces en un aliciente más y no el menor para el trabajo constante. Hoy tengo otra razón, completamente contraria, para exactamente lo mismo. Las entradas ordinarias empujan a las entradas extraordinarias (en el sentido de la palabra que vuestra generosidad quiera darle, aunque yo se lo doy biográfico, eh). Hoy es el último día que la noticia bombo aparece en la página, al final, al borde de la catarata, y, aunque ha sido la entrada con más visitas de la historia de este blogg, con más comentarios, la más feliz de todas, una fiesta, está bien que se vaya… Nuestras vidas son los ríos y por eso son tan corrientes, con sus grillos en la orilla y sus malhumorados comentarios políticos. Me proponen que saque a la margen derecha de Rayos y truenos la entrada de marras y la deje ahí, pero no. Que en la corriente, en lo corriente, vayan también cosas tan buenas salva lo corriente, la corriente.
Tu artículo de hoy me ha parecido soberbio. Lo suscribo de la cruz a la raya. El otro día, Miguel Ángel Rodríguez -que fue portavoz del ejecutivo durante el primer gobierno del PP-, después del 17-O, decía en "El gato al agua" que Aznar, durante sus mandatos presidenciales, había renunciado a sus principios (en defensa de la vida, se entiende), para llegar a un consenso y no levantar ampollas en este tema. Según él, la sociedad española ya había llegado a una paz social a este respecto (ya estaba anestesiada, digo yo). Me quedé perpleja, y me dio hasta vergüenza haberles votado siempre.
ResponderEliminarEs curioso, además, que cuando les preguntan a los dirigentes peperos por la manifestación, Esperanza Aguirre, Cospedal y compañía, siempre aluden, en primer término, a la previsión de la nueva ley de permitir que las niñas de 16 años aborten sin conocimiento de sus padres, como si eso fuera lo único que nos importara a los que apoyamos la manifestación. Parece que no se han enterado de que el lema era "Cada vida importa", y de que el propio Benigno Blanco sostuvo en la declaración final que este debate no se cerraría hasta que no se cometiese en España NINGÚN aborto. Ellos, sin embargo, parecen no enterarse.
La política en España es un erial. ¿Qué hacemos? Me pareció muy elocuente el otro día Rosy Bindi, la vicepresidenta del Parlamento italiano, del Partido Democrático, de izquierdas, pero que se confiesa católica, quien afirmaba en una entrevista el domingo en La Razón, que "ninguna elección política, social o cultural coincide de forma total con el Evangelio. La política es el lugar del bien posible, no de las realizaciones mesiánicas". Ella se pronunciaba abiertamente en contra del aborto. También declaraba que es un error que quien gane las elecciones pueda decidir cuándo comienza y termina la vida, o cómo debe ser la familia.
Echo en falta esa coherencia en los políticos españoles, de uno y otro signo. Desde luego, no hablan con esa libertad. Y por lo que a los católicos se refiere, me rebelo contra el hecho de que no nos quede otra que votar siempre al PP, visto lo visto. Es un dilema insoluble hoy por hoy, supongo.
Al tiempo. Estoy deseando ver la cara de tonto que se les pone a los prebostes del PP tan alarmados por el señuelo del aborto de las niñas de 16 años sin el consentimiento de papá cuando el PSOE en el trámite parlamentario ceda en aras de un «amplio consenso» y saque adelante el asunto mollar de la ley: el reconocimiento del derecho a quitar la vida a un ser humano durante un plazo de tiempo.
ResponderEliminarEnhorabuena, Enrique.
Pues me parece bien.
ResponderEliminarQue sigan fluyendo las entradas.
Entre las próximas estarán aquellas que nos cuentan de como la Estrella se convirtió en galaxia, luego será el instante cósmico del encuentro cara a cara, y la galaxia será un universo.
Y entonces este blog se llenará de primeros: primera mirada, primera sonrisa...
Déjenlo que fluya, lo mejor está siempre por venir.
No entiendo nada de lo que ha dicho este último. ¿Será que soy idiota?
ResponderEliminarEstoy con lo del señuelo. No me extrañaría nada que buscando el acuerdo con todas las fuerzas políticas o al menos las más posibles, decidieran quitar lo de las menores de edad.
ResponderEliminarTienen un par de estrategas en esto de los acuerdos, para hacerles un monumento.
No sólo van a sacar la ley adelante con una amplia mayoría, sino que encima, los del PP otra vez, quedaran en entredicho, con el paso cambiado y sin saber que decir.
De momento, han conseguido que se hable más de la postura del PP y su asistencia a la manifestación, que de los valores que ésta defendía.
!Que tropa! decía Romanones.