jueves, 22 de octubre de 2009

Qué cruz

Al otro lado del teléfono, oigo como el director del programa de radio me presenta: “Enrique García Márquez, ..., ehh, -Máiquez, eso, -Máiquez, nació en Murcia, pero vive en el Puerto... de la Cruz”. Uf, cómo empezamos. Luego la entrevista se serena, y el hombre deja de meter la pata. O a lo peor soy yo el que la está metiendo, porque en una entrevista, si el otro no se equivoca, el que se equivoca eres tú, ¿no? En cualquier caso, se me olvida el comienzo y voy cogiendo confianza y mi acento se suelta y adquiere, incluso, dulzuras canarias. De repente, la entrevista se acaba. Hasta luego. Adiós. Y cuando dejamos el directo, el director se despide, apresurado y entusiasta: “Muy bien, Gabriel”. Bueno, si está muy bien, vale. Por lo menos no me llamó Gabo.

11 comentarios:

  1. Ojalá llegue un día en que se confundan y llamen Quique a Gabo.

    ResponderEliminar
  2. jaja, menuda te ha caído con el parecido de los apellidos. Me extraña que a estas alturas no te presentes ya como "Garcíamaiquezconí".
    En mi familia pasa algo parecido (aunque no hay ningún escritor a quien echar la culpa). Yo llegué a acostumbrarme a presentarme como "Barrosinese" (sepárese como sigue: Barro-sin-"s")
    Salu2

    ResponderEliminar
  3. Anónimo3:32 p. m.

    La verdad es que hoy no te lo has currado mucho eh.
    Que fluya...

    ResponderEliminar
  4. ¿No era usted sobrino de Joaquín Márquez?

    ResponderEliminar
  5. Anónimo4:29 p. m.

    Habrá que cruzar un desierto de 100 años de soledad. J

    ResponderEliminar
  6. ¿Y el trampolink a la entrevista? Al menos cuéntanos de qué hablaste...

    ResponderEliminar
  7. Debe ser como en el poker, cuando no sabes quien es el pardillo de la mesa... eres tú.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  8. Al Puerto de la Cruz voy yo esta tarde; esa confusión debe recordarte que tienes pendiente un viaje a las Islas (ella y retoño incluidos) para que conozcas in situ las dulzuras canarias. ¡Con ese acento que tú tienes y que no lo sueltes!

    ResponderEliminar
  9. Sí, Enrique. A veces cuando entro en tu blog, lo hago a través de Google: busco "García Máiquez" y así voy derecho a tu bitácora. El caso es que, algunas veces, Google me dice: "Quiso usted decir, García Márquez". Y yo le respondo irritado: "¡¡Rayos y truenos!!"

    ResponderEliminar
  10. ¡Animo hombre!
    A mi cuando terminé una boda, el padre de la novia me comentaba que los andaluces son unos vagos ¿imagínate el asento galego que tuve que sacar?

    ResponderEliminar
  11. Jo, don José María, pues si que ha seguido el consejo paulino y se ha hecho galego con los galegos, eh.

    La entrevista, AnaCó, fue ¡¡¡sobre nuestro embarazo!!!, que se habían enterado y leído el poema y el artículo.

    Yo había construido mi frase, Javier, sobre algo que se decía en Pamplona: si el que va por delante de ti no es cura, ni el de atrás, es que el cura eres tú. La versión del laica del póker está muy bien, y según en qué ambientes contaré una u otra. Gracias.

    Y mil gracias, Píramo. A mí también me jorobaba el cachondeito ese de Google. A partir de ahora, para los cien años de saciedad que aún nos esperan a J y a mí, cada vez que salga, me acordaré de ti y diré, con una sonrisa: ¡Rayos y truenos!

    ResponderEliminar