martes, 9 de marzo de 2010

Jaculatoria

A Dios le bastaría
el mismo amor
que me tiene mi perro.

8 comentarios:

  1. La mano de Dios pasa por este perro...

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  2. Incluso el mismo amor que le tienes a tu perro.

    El otro día nos cruzamos con un mendigo y su perro, que todo el mundo se le aparta porque está un poco loco y va pegando gritos, y Cristina dijo que Dios había creado a los perros para que hasta la gente que no tiene nadie que la quiera pueda sentirse querida.
    Y sí que hay algo parecido en el amor y la fidelidad del perro y el amor de Dios. A veces es como si ladrara a la puerta o saltara alrededor, otras veces parece un sanbernardo cruzando la nieve con el tonel...

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  3. Si tu perro, como supongo, te ama todo lo que puede, me temo que Dios te pide mucho. Un abrazo.

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  4. No me lo pongas imposible, Cotta. Lo que engrandece a Dios es su humildad: le bastaría el mismo amor del perro, que se llama Carbón, por cierto.

    Muchísimas gracias, EB, y qué gran complemento, CB. Y la idea de Cristina es preciosa.

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  5. Los perros son en verdad grandes filósofos prácticos del amor y la apertura y la madurez emocional. Y del perdón.

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  6. "Como la de los perros y los hombres,
    eterna considero nuestra alianza".

    J.M.Mesanza. Europa y otros poemas.

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  7. Hablando de filosofía y perros. El cinismo es una corriente de la filosofía que está muy relacionada con los perros. Por eso a mí, cuando me llaman cínico hasta me gusta.
    Copio de Wikipedia “Algunas anécdotas sobre Diógenes hablan acerca de su comportamiento como el de un perro y sus alabanzas a las virtudes de los perros. Esto tiene su razón de ser en la palabra cínico. El nombre de cínicos tiene dos orígenes diferentes asociados a sus fundadores. El primero viene del lugar donde Antístenes, su maestro, fundó la escuela y solía enseñar la filosofía, que era el santuario y gimnasio de Cinosargo, cuyo nombre significaría kyon argos, es decir perro ágil o perro blanco. El segundo origen tiene que ver con el comportamiento de Antístenes y de Diógenes, que se asemejaba al de los perros, por lo cual la gente les apodaba con el nombre kynikos, que es la forma adjetiva de kyon, perro. Por tanto kynikos o cínicos sería similares al perro o aperrados. Está comparación viene por el modo de vida que habían elegido estos personajes, por su idea radical de libertad, su desvergüenza y sus continuos ataques a las tradiciones y los modos de vida sociales.”

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  8. Anónimo7:35 p. m.

    La cuestión es si eso es amor, ¿no?

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