viernes, 19 de marzo de 2010

Paco

Paco el albañil ha venido por lo de las humedades. Ha roto de cuatro martillazos secos, que parecía que me los daba a mí, el techo de escayola del baño y ha visto que estaba tó calao. Eso también se veía, la verdad, por fuera. Luego se ha subido al tejado y ha estado un buen rato —cobra por horas— limpiando la pinocha y los jaramagos. Las tejas están muy bien puestas. Yo he aprendido que unas se llaman cobijas y otras canales, que son las fundamentales, y luego está el mortero, que lleva mucha cal, y el canalón. Como la humedad no podía ser del tejado, Paco se ha rascado la cabeza y ha dictaminado que era:
Mu raro, mu raro, mu raro, mu raro, mu raro, mu raro.
A mí me ha distraído de mi problema la música de su frase, cuya entonación, por desgracia, no os he podido grabar. Qué sosos me han parecido de pronto mis pobres superlativos. Yo hubiese dicho “rarísimo” o incluso “insólito”. He pensado, con envidia, en la musa popular, en el aire de un cante de ida y vuelta o en el eco de copla de carnaval, pero no. Como lo ha repetido otra vez:
Mu raro, mu raro, mu raro, mu raro, mu raro, mu raro.
me ha dado tiempo a reflexionar, y he caído en que era la música del hexámetro, y se oía clarísima (dentro de lo que yo puedo saber de la música del hexámetro). No hay que olvidar, me he dicho para reforzar mi teoría, que El Puerto lo fundó Menesteo. La gracia desde luego no estaba en el tema, que a mí me horroriza, y más aún cuando al principio le confesé mis miedos a Paco y él, en vez de consolarme, puso cara de circunstancias, se rascó y dijo: “En las casas, el agua es lo peor”. Pero a pesar de lo peor, el ritmo de su frase me ha encantado (literalmente) e, incapaz de imitarlo, me he puesto a ver si conseguía al menos un aforismo: “Las humedades son los fantasmas de las casas burguesas”, por ejemplo. Como me he quedado un buen rato callado, ensimismado, medio sonriendo, la última vez que Paco ha dicho:
Mu raro, mu raro, mu raro, mu raro, mu raro, mu raro.
no sé ya si estaba hablando de la humedad o del dueño. Me miraba.

9 comentarios:

  1. Preciosas estas dos últimas entradas, Enrique (me estoy poniendo al día en tu blog para venerar a San José...)

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  2. Enhorabuena por una entrada divertida y poética a la vez. Eso es tener un arte "mu raro".

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  3. hablaba Paco de la humedad y del dueño, Enrique.
    Es broma

    genial la entrada.

    felicidades.

    saludos

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  4. Mu bueno. Y muy interesante lo de Menesteo.

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  5. ¡Feliz día del padre! Aunque -eso de que te feliciten antes de que Carmencita haya podido ver la luz del Puerto y escuchar el ruidito de las goteras acunándola como una nana- sea también mu raro, mu raro, mu...

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  6. ¡Felicidades en tu primer día del padre!
    (eso no lo estropea ni una cascada por el techo de tu baño).

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  7. aaaaaaay nosotros también tenemos de esos problemas. Lo que me he podido reí...

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  8. Hombre, no sabía lo del Puerto: mi madre era de allí, gracias.

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  9. Anónimo11:13 a. m.

    Mu güeno, mu güeno, mu güeno. El escrito y el escribano.

    Pero lleva razón el buen hombre, lo del agua no hay quien lo entienda. Viviendo en Torrelodonoe, tras muchos problemas resultó que vivíamos sobre una torrentera natural (sic) y no había manera de acabar con ello. Así que tómatelo con calma. Un abrazo. jmn

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