Lo tendré muy en cuenta este libro. Yo leí hace muchos años la biografía de Chaves sobre Juan Belmonte que es magistral.
Sobre la caída de Francia es muy recomendable la lectura de Suite Francesa de Irene Nemirovsky, donde se describe muy bien el hundimiento moral previo a la ocupación alemana. Además la autora escribía de manera excelente.
Inglaterra, afortunadamente, estuvo en su sitio. Como decía Napoleón, de vuelta de Waterloo: "¡Siempre han sido así!".
¿Qué tal el bautizo? Por lo menos alguna foto. Es muy fácil echarle la culpa a ZP, a sus ministros, sus altos cargos y cientos de asesores, cuando en realidad la culpa es de los que les han votado y sobre todo de los que se han abstenido y no han querido votar, por no darle importancia al voto. A ver cómo les explicas a esos casi diez millones de ciudadanos que no quieren votar que son culpables de los desmanes y aberraciones que ZP y sus amigos.
Verdaderamente, es difícil que un programa de sacrificios y renuncias concite adhesiones del electorado, inclinado más bien a que le oculten los problemas; para dormir, que no vivir, a gusto. Jilguero
Magistral artículo. No dejaré pasar el libro que recomiendas. Qué fácil caer en la tentación de imputar nuestras culpas al "chivo expiatorio" de un político nefasto; así se elude el mirar hacia dentro, para descubrir con dolor la causa de los males que nos afligen. Les pasa a los individuos y les sucede a naciones enteras, como en el caso trágico de Francia.
Lo tendré muy en cuenta este libro. Yo leí hace muchos años la biografía de Chaves sobre Juan Belmonte que es magistral.
ResponderEliminarSobre la caída de Francia es muy recomendable la lectura de Suite Francesa de Irene Nemirovsky, donde se describe muy bien el hundimiento moral previo a la ocupación alemana. Además la autora escribía de manera excelente.
Inglaterra, afortunadamente, estuvo en su sitio. Como decía Napoleón, de vuelta de Waterloo: "¡Siempre han sido así!".
Saludos de su seguro lector.
¿Qué tal el bautizo? Por lo menos alguna foto.
ResponderEliminarEs muy fácil echarle la culpa a ZP, a sus ministros, sus altos cargos y cientos de asesores, cuando en realidad la culpa es de los que les han votado y sobre todo de los que se han abstenido y no han querido votar, por no darle importancia al voto.
A ver cómo les explicas a esos casi diez millones de ciudadanos que no quieren votar que son culpables de los desmanes y aberraciones que ZP y sus amigos.
Verdaderamente, es difícil que un programa de sacrificios y renuncias concite adhesiones del electorado, inclinado más bien a que le oculten los problemas; para dormir, que no vivir, a gusto.
ResponderEliminarJilguero
Magistral artículo. No dejaré pasar el libro que recomiendas. Qué fácil caer en la tentación de imputar nuestras culpas al "chivo expiatorio" de un político nefasto; así se elude el mirar hacia dentro, para descubrir con dolor la causa de los males que nos afligen. Les pasa a los individuos y les sucede a naciones enteras, como en el caso trágico de Francia.
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