Qué espléndido y excepcional pensamiento condensado en tres versos. No me haga demasiado caso porque son seguramente tonterías mías de tanto analizar los versos pero al leerlo no sé por qué se me ha venido a la cabeza cómo sonaría, si mejor o peor, el primer verso con el orden alterado. tuenti, móviles, e-mails, en vez de twenti, e-mails, móviles… Y llevo un rato dándole vueltas sin aclararme mucho. Feliz Navidad, como se autodefine uno de sus comentaristas, de su, también, seguro lector.
Aunque pueda ser más y compartida (¡bien visto, queridos amigos!) me impresionó sobre todo que fuerse la misma. Nihil novum.
Qué fino oido octosilábico el tuyo, Espinelete. Se nota adónde te lleva la querencia. Y lagarto, lagarto, no cambie. Aquel mi seguro lector dejó de visitarnos. Sigue como siempre.
Twitter y Facebook los incluía en los puntos suspensivos (que tanto juego dan a los haijines). Dudé mucho entre poner Facebook o Blogspot. Puse Blogspot para que se viese, misericordioso Mora Fandos, que no hablaba de los demás. Una manera de meterlo todo sería tankerizar el haiku:
SMSs, tarifas planas, skype, tuenti, e-mails, facebook, blogspot... y todavía la misma soledad.
Creo que queda mejor, más sugerente y más dolorido en breve, pero si preferís el tanka, avisad, eh.
Y si me ves en Madrid, saluda, Fernando, ¡por caridad!
La soledad es la falta o ausencia de los seres queridos, a los que no podemos sustituir, jamás, pienso yo.
Hay muchas maneras de interpretar la soledad, pero en el caso de las redes, es posible que esa soledad sea por falta de confianza, en este mundo aparentemente frío y devaluado, con que se nos engaña fácilmente, entonces nos apartamos, o no llegamos a tomarla enserio.
Enrique, no dejes de escribir,(al menos) nunca. O sentiremos (creo que puedo generalizar) que nos falta algo.
Más soledad, incluso.
ResponderEliminarGenial.
la soledad compartida...
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD, Enrique.
Qué espléndido y excepcional pensamiento condensado en tres versos. No me haga demasiado caso porque son seguramente tonterías mías de tanto analizar los versos pero al leerlo no sé por qué se me ha venido a la cabeza cómo sonaría, si mejor o peor, el primer verso con el orden alterado. tuenti, móviles, e-mails, en vez de twenti, e-mails, móviles… Y llevo un rato dándole vueltas sin aclararme mucho. Feliz Navidad, como se autodefine uno de sus comentaristas, de su, también, seguro lector.
ResponderEliminarQué verdad, pero tendrías que escribir otro haiku sobre los buenos efectos de 2.0, ¡por ejemplo este blog!
ResponderEliminarPor no hablar de twitter o facebook...
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
Feliz Navidad, Enrique, en compañía de tu esposa y de tus hijos.
ResponderEliminarSi nos cruzamos por Madrid ya te felicitaré en persona (¡¡es broma!!).
Gracias a todos por la compaña.
ResponderEliminarAunque pueda ser más y compartida (¡bien visto, queridos amigos!) me impresionó sobre todo que fuerse la misma. Nihil novum.
Qué fino oido octosilábico el tuyo, Espinelete. Se nota adónde te lleva la querencia. Y lagarto, lagarto, no cambie. Aquel mi seguro lector dejó de visitarnos. Sigue como siempre.
Twitter y Facebook los incluía en los puntos suspensivos (que tanto juego dan a los haijines). Dudé mucho entre poner Facebook o Blogspot. Puse Blogspot para que se viese, misericordioso Mora Fandos, que no hablaba de los demás. Una manera de meterlo todo sería tankerizar el haiku:
SMSs,
tarifas planas, skype,
tuenti, e-mails, facebook,
blogspot... y todavía
la misma soledad.
Creo que queda mejor, más sugerente y más dolorido en breve, pero si preferís el tanka, avisad, eh.
Y si me ves en Madrid, saluda, Fernando, ¡por caridad!
Que no nos falte, la soledad.
ResponderEliminarJilguero
Ahí me has dao, jilguero. ¡Qué comentario tan bonito, luminoso, humano y necesario!
ResponderEliminarLa soledad es la falta o ausencia de los seres queridos, a los que no podemos sustituir, jamás, pienso yo.
ResponderEliminarHay muchas maneras de interpretar la soledad, pero en el caso de las redes, es posible que esa soledad sea por falta de confianza, en este mundo aparentemente frío y devaluado, con que se nos engaña fácilmente, entonces nos apartamos, o no llegamos a tomarla enserio.
Enrique, no dejes de escribir,(al menos) nunca. O sentiremos (creo que puedo generalizar) que nos falta algo.
Voto por el haiku. Y felices fiestas, a ti y a la familia -actual y en proyecto.
ResponderEliminarSí, Águeda, en las redes hay muchos huecos.
ResponderEliminarQué alegría estar por una vez de acuerdo con Marinero, con el que suelo discrepar incluso cuando, amabilísimamente, me defiende.
Carlos dijo:
ResponderEliminarMuy bueno.
Buenísimo, desde el título.
ResponderEliminarMe lo robo, para ... el Facebook.