El "caso Chacón" recuerda poderosamente el "caso De la Vega", aunque más dramático el de la catalana, claro. Demuestran que en España el poder sigue siendo masculino, que el poder que ejercen casi todas las mujeres es ficticio, vicario, y que acaba cuando quiere el hombre que las nombró. Las cuotas (50-50) no son un gran logro para ellas, sino una concesión, pues sólo eres dueño de lo que has ganado con tu trabajo, no de lo que otro te quiere prestar graciosamente.
Supongo que si al Gobierno llega el otro partido, también estaremos entretenidos, con la oposición; y con su capacidad movilizadora.
ResponderEliminarJilguero
Qué interesante, Enrique.
ResponderEliminarEl "caso Chacón" recuerda poderosamente el "caso De la Vega", aunque más dramático el de la catalana, claro. Demuestran que en España el poder sigue siendo masculino, que el poder que ejercen casi todas las mujeres es ficticio, vicario, y que acaba cuando quiere el hombre que las nombró. Las cuotas (50-50) no son un gran logro para ellas, sino una concesión, pues sólo eres dueño de lo que has ganado con tu trabajo, no de lo que otro te quiere prestar graciosamente.