Oigo misa desde muy atrás de la pradera, donde penamos los padres con niños gritones. Un niño muy bueno también está con nosotros. Se dedica, como Jünger --le explico-- a la caza minúscula, y él me dice que sólo está buscando bichitos. Bien. Le deseo suerte. Lo veo con el rabillo de un ojo (el otro está tras Carmen) andar a cuatro patas y dar saltos por el seto del fondo. Vuelve al rato muy orgulloso a decirme que ha cogido un saltamontes. Muestro mucho interés y admiración y abre las manos para enseñármelo. Me asomo por entre sus dedillos. "Ah, es un grillo", le digo, "precioso, eso sí, negro acharolado". Y él, poniendo una compungida cara de disculpas supira: "Es que yo soy de Madrid"... Para que luego hablen de la vanidad y la presunción de los capitalinos. Hoy, qué casualidad, tocaba día de antinacionalismos.
¿No era "caza sutil"?
ResponderEliminarUps. Mayor, menor, minúscula... me traicionó la simetría. Gracias por cazarme, Beades.
ResponderEliminarPara Enrique y los comentaristas:
ResponderEliminarHe visto que ha desaparecido poesía digital. Pensaba que su desaparición no implicaría que todos los "ejemplares" pasados se volatilizasen, como parece ser que ha ocurrido. Al menos yo no puedo ver ningunos de ellos. ¿Alguien puede darme norte de qué ha ocurrido y dónde puedo encontar los anteriores ejemplares?
Ernesto
Vaya, Ernesto, he ido a mirar y, efectivamente, se ha esfumado la revista. Y es raro porque la idea era que siguiesen en internet. Espero que sea un problema técnico, porque había muchas cosas que merecían una relectura. Gracias por preguntar aquí y perdón por no saber darte mejor respuesta.
ResponderEliminarSería un palo que todo lo que había desapareciese: Es como si de pronto desapareciesen muchos puntos de luz, tantas reseñas que iluminaban libros, tantas entrevistas que iluminaan a libros y a sus autores. Sospecho que en la web ya no será posible encontrarlo, pues se ve que la han cerrado por problmas económicos, y aunque no siguieran con la revista, mantener la web para consultar números anterioes cuesta un dinero. Pero una forma de salvar todos esos contenidos hubiese sido creando un blog gratuito y volcarlos ahí. En fin, no quiero creer que todo eso desaparecerá así sin más.
ResponderEliminarErnesto
Le paso tus "dulces quejas", Ernesto, al director de PD, por si puede remediarlo y porque le alegrarán mucho. Gracias.
ResponderEliminarMe sumo a la llantina por poesía digital. No creo que sea malo incluir publicidad de ebooks, talleres de poesía y cosas de esas. No creo que eso condicione los contenidos de la revista, o al menos no más de un 10%. Así que qué queremos: ¿poesiadigital con publicidad o nada?. Gritemos todos a una ¡Vive la publicité!
ResponderEliminarQuerido Enrique, como todo tu lado infantil lo centras en la preciosa Carmen, los demás niños se deben quedar un poco estupefactos cuando te relacionas con ellos. Me imagino al pobre niño oyendo las explicaciones sobre Jünger, y, después, tus reticencias sobre los insectos. ¡Pobre, qué mal trago! ¡Ese niño soy yo y te cojo tiña para el resto de mi vida! jejeje
ResponderEliminarEn fin, cuídate, es un placer leer tu bitácora, que sigue siendo genial, de vez en cuando.
José Luis González
P.D. ¿Ya no existe Poesía Digital? La verdad es que es un chasco, no es que leyese mucho la revista, siempre se van dejando las cosas, pero las pocas críticas que leí eran de una calidad muy alta. Además, las entrevistas, claro. Podrías, al menos, aprovechando el tema de la revista, aprovechar para hacer una poesía elegíaca ;)