Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
Buenos días. No es el discípulo más que su maestro.Un abrazo.
Me ha leído usted las intenciones. Muchas gracias.
Es que tienes que dejar que el fin de semana te haga a ti, Enrique. Leonor estará muy contenta.
Se pueden perder batallas, pero se gana la guerra.
Lo entiendo cabalmente, Maíquez. Estuvimos en el mismo baile.
Me reconozco en tus palabras.Un saludo
Muchas veces, o la mayoría, no coinciden voluntad y deseo. Y, claro, sucumbe la parte más débil. Comprensión total (como en los anteriores comentarios), pues sólo haciéndonos violencia puede triunfar lo que nos proponemos.Jilguero.
Buenos días. No es el discípulo más que su maestro.Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha leído usted las intenciones. Muchas gracias.
ResponderEliminarEs que tienes que dejar que el fin de semana te haga a ti, Enrique. Leonor estará muy contenta.
ResponderEliminarSe pueden perder batallas, pero se gana la guerra.
ResponderEliminarLo entiendo cabalmente, Maíquez. Estuvimos en el mismo baile.
ResponderEliminarMe reconozco en tus palabras.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas veces, o la mayoría, no coinciden voluntad y deseo. Y, claro, sucumbe la parte más débil. Comprensión total (como en los anteriores comentarios), pues sólo haciéndonos violencia puede triunfar lo que nos proponemos.
ResponderEliminarJilguero.