Cuando estaba pensando qué repugnantes eran las celebraciones alrededor del cadáver de Gadafi, empezaron aquí las celebraciones porque una banda terrorista haya tenido la deferencia de volver a decir que dejará de matarnos, y seguí como estaba, pensando.
Yo ampliaría el pensando:
ResponderEliminarSeguí pensando "qué repugnantes..."
En fin, habrá que agradecer al criminal que tenga la deferencia de, por ahora, dejar de matarme mientras recuerda lo duro de su vida hasta ahora y el ejemplo de sus colegas caídos entre bomba y tiro en la nuca...
Y ahora, a quién se premia.
ResponderEliminarNo deja de ser una paradoja que Gadafi le haya fastidiado la fiesta mediática a la Eta, con lo preparadito que lo tenían todo.
ResponderEliminarPienso fuertemente contigo.
ResponderEliminarHay que pensar y hay que rezar, Enrique, el momento histórico de España lo exige.
ResponderEliminar¿Qué pensarán nuestros muertos?
ResponderEliminarSin arrepentimiento no puede haber propósito de enmienda. De ahí, el valor de la declaración de cese del terrorismo: palabras que no nacen de una convicción interna. Todo está en el aire.
ResponderEliminarJilguero
Qué acertada reflexión.
ResponderEliminarY al hilo de los que "tienen la deferencia"...
El matón abandona momentáneamente el escenario.
...Pero el muy... encapuchado sigue, agazapado, tras la cortina, empuñando la pistola... "A ver qué hacéis ahora..."
Y un montón de desgraciados, hala, a tirarse de la platea, del entusiasmo.
- Zapatero piensa que somos tontos.
- No: Zapatero SABE que somos tontos.
Acabo de vomitar profusamente viendo en la tele al tal Pérez, tan "visiblemente emocionado"...
ResponderEliminarYo no sé a qué divinidad hay que rezar, ni en qué postura debemos meditar, ni qué "momento histórico" es este, Fernando, para que lo asqueroso y repugnante pueda ser considerado más benévolamente.