..........................A la memoria de Carlos Pujol
Recuerdo una idea feliz de otro de hace ya unos años, y me consuela mucho aquí y ahora. Seguro que él no sabe que alguien, en un cuarto que empieza a quedarse a oscuras en las afueras del Puerto de Santa María, le recuerda, repasa sus palabras y con cuánto agradecimiento. La caridad intelectual cumple como ninguna el precepto de que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, ni lo sospeche siquiera, ni llegue nunca a imaginárselo.
Recuerdo una idea feliz de otro de hace ya unos años, y me consuela mucho aquí y ahora. Seguro que él no sabe que alguien, en un cuarto que empieza a quedarse a oscuras en las afueras del Puerto de Santa María, le recuerda, repasa sus palabras y con cuánto agradecimiento. La caridad intelectual cumple como ninguna el precepto de que la mano derecha no sepa lo que hace la izquierda, ni lo sospeche siquiera, ni llegue nunca a imaginárselo.
Lamento entrar aquí para un menester tan triste, pero acabo de leer en El País una noticia tremenda: ha muerto Carlos Pujol. Era para mí, y así tuve ocasión de decírselo por carta, el más alto ejemplo entre nosotros de lo que los franceses llaman "homme de lettres". Tanto en su obra de creación como en sus traducciones había una auténtica cueva de los tesoros. Eso, al menos, nos queda. Descanse en paz; su presencia enriquecerá sin duda elcielo en que creía.
ResponderEliminarMuchas gracias por la noticia. Lo siento muchísimo. Y en esta entrada, que bien podría referirse a él, tan generoso y callado, está mejor que en ninguna.
ResponderEliminar¡Cómo! Qué noticia tan triste. Nunca lo conocí personalmente, pero lo he leído tantas veces, a él, o al autor que se interponía entre él y yo en sus traducciones. Descanse en paz.
ResponderEliminarMe entero también de la muerte de Gustav Leonhardt. Qué día horrible. Como decía, en uno y otro caso nos queda su obra, aunque ahora ya sólo ella. Pero ese "sólo", ¡es tanto!
ResponderEliminar