Enrique: Cierto, "maestro del alma". Y ya puestos, podemos recomendar el otro libro de conversación con Gurutze Galparsoro, "Una estancia holandesa". Éste no sigue un guión cerrado sobre los cuentos, como el que comentas y por eso es más delicioso si cabe. Es como sentase a escuchar una conversación de amigos, sobre otros amigos Gracias. Domingo.
Qué interesante, simpre lo nombran y alguna vez lo leeré. A propósito de los escritores católicos muy buena la frase de Mauriac (que también dijo, creo: “Je ne suis pas un romancier catholique, je suis un catholique qui écrit des romans”). Y algo así decía también Greene.
Te paso también, querido Juan Ignacio, a la página de la revista, empeñado en que los lectores de allí no se pierdan vuestras comentarios, y en que la revista esté tan viva como el blog. Perdonad por el trasvase.
Muy bueno lo de la patata tecnológica. Me pregunto si servirá para hacer tortillas. Como dijo Don Sebastián, en célebre diálogo con Don Hilarión, "hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad".
Ese comentario se va a librar del travase... Nos por nada, sino porque lo de la patata tecnológica allí sonaría raro. Gracias por los ánimos, y a don HIlarión.
Fenomenal, el comentario, aunque tampoco es manco que sea fenomenólogo, y cura de pueblo, para qué hablar... Lo de Mauriac lo explica muy bien Juan Ignacio-Greene: no hay escritorescatólicos sino católicos que son escritores, en el sentido de que no hay una división o cajón o liga especial para ellos, ni otra medida. Todo adjetivo va mal con escritor, y no digamos ya con católico.
Enrique: Cierto, "maestro del alma". Y ya puestos, podemos recomendar el otro libro de conversación con Gurutze Galparsoro, "Una estancia holandesa". Éste no sigue un guión cerrado sobre los cuentos, como el que comentas y por eso es más delicioso si cabe. Es como sentase a escuchar una conversación de amigos, sobre otros amigos Gracias. Domingo.
ResponderEliminarGracias, Domingo. Paso tu comentario a Ambos Mundos, para que los lectores de allí no se pierdan la recomendación, tan atinada.
ResponderEliminarQué interesante, simpre lo nombran y alguna vez lo leeré.
ResponderEliminarA propósito de los escritores católicos muy buena la frase de Mauriac (que también dijo, creo: “Je ne suis pas un romancier catholique, je suis un catholique qui écrit des romans”). Y algo así decía también Greene.
Te paso también, querido Juan Ignacio, a la página de la revista, empeñado en que los lectores de allí no se pierdan vuestras comentarios, y en que la revista esté tan viva como el blog. Perdonad por el trasvase.
ResponderEliminarGracias, Enrique. No llegó el enlace. Salvo que lo hayas enviado por otro medio.
ResponderEliminarGracias a ti. No sé a qué viguería técnica te refieres con el enlace. Yo sólo llego al corta y pega.
ResponderEliminarAbrazo, E.
Enrique,
ResponderEliminarQuizás entendì mal pero creo haberlo comprendido ahora, y es que se refiere a la revista Ambos Mundos.
Un abrazo.
O sea, que no solo soy un patata con la tecnología, sino que me hago un lío con el español. Ay.
ResponderEliminarMuy bueno lo de la patata tecnológica. Me pregunto si servirá para hacer tortillas. Como dijo Don Sebastián, en célebre diálogo con Don Hilarión, "hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad".
ResponderEliminarEse comentario se va a librar del travase... Nos por nada, sino porque lo de la patata tecnológica allí sonaría raro. Gracias por los ánimos, y a don HIlarión.
ResponderEliminarPerdóneme, soy fenomenólogo -cura de pueblo por más señas- y no entiendo que, no habiendo escritores católicos, lo sepa usted por experiencia.
ResponderEliminarFenomenal, el comentario, aunque tampoco es manco que sea fenomenólogo, y cura de pueblo, para qué hablar... Lo de Mauriac lo explica muy bien Juan Ignacio-Greene: no hay escritorescatólicos sino católicos que son escritores, en el sentido de que no hay una división o cajón o liga especial para ellos, ni otra medida. Todo adjetivo va mal con escritor, y no digamos ya con católico.
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