Ayer, en la Misa de Navidad, lo vi claro. No tenía que esperar al Año Nuevo para la vida nueva ni a mi cumpleaños del 13 de enero, que es otra tentación estratégicamente puesta en el calendario, sino ya mismo, ayer, quiero decir, que es el día perfecto. Yo me paso la vida recomenzando, tanto que mi ex libris es un molino, que siempre está dando de nuevo una nueva vuelta, aunque, ay, sobre sí mismo. Pero si muele...
El de Leonor es un barco, porque ella el rumbo lo tiene bien fijado y sí que va de aquí para allá:
Pero en ambos el viento, que es lo que nos une, tiene el papel protagonista. Dicho lo cual, un propósito es no descuidar el blogg a base de trampolines (que, por cierto y a propósito). Si estoy menos bloguero, no es, como me ha excusado algún amigo misericordioso, porque tengo muchos artículos que escribir. Son cosas distintas, como ha remarcado en Wikipedia un desconocido a quien le estoy electrificantemente agradecido, auténtico amigo invisible. Cuando han confundido blogg y articulismo, yo me dicho: "En los artículos, va mi visión de la vida y en el dietario mi vivencia del tiempo; si los confunden es porque estoy dando demasiado protagonismo al "mi", ay".
Si no escribo tanto en el blogg ahora es porque le estoy haciendo el barbecho tras El pábilo vacilante. Por ejemplo, desde Con el tiempo, no he escrito poesía apenas, y ya empieza a tocarme, como tantas otras cosas. Lo honesto sería cerrar Rayos y truenos un año, para volver con ganas y una voz (relativamente) nueva en unos meses. Pero no sería capaz, lo reconozco, de pasarme sin vosotros ni una semana. No queda más remedio, pues, que coger impulso a la rueda del molino y volver, volver a bloguear a toda vela.
¡Feliz Navidad! Me alegro de que no cierres Rayos y truenos: tus lectores sí que no aguantaríamos ni una semana! Habrá que buscar otra vía de escribir poesía...
ResponderEliminarAhora que termina el año, te hago un regalo y te pido un favor (por ese orden, así espero que tengas mejor ánimo para escuchar mi petición).
ResponderEliminarLo primero, unas líneas que escribió un santazo, San Rafael Arnáiz en los albores del 38, en tiempos duros y una situación personal difícil: "Empieza el año 1938. ¿Qué me prepara Dios en él? No lo sé... ¿Quizás no me importe?... Menos ofenderle me da lo mismo todo... Soy de Dios, que haga conmigo lo que quiera. Yo hoy le ofrezco un nuevo año, en el que no quiero que reine más que una vida de sacrificio, de abnegación, de desprendimiento, y guiada solamente por el amor a Jesús..., por un amor muy grande y muy puro".
Y lo segundo, pedir que aunque tengas que reducir la frecuencia por dedicarte a otros menesteres, intenta no dejarnos sin ración de blogg.
Gracias.
¡Ni se te ocurra!
ResponderEliminarPor cierto,¡he adivinado las cinco! (en mi, que no suelo, tiene mucho mérito)
No por favor, no nos dejes.
ResponderEliminarY que bonitos los crhistmas.
Por adelantado te doy las gracias por seguir.
Muchísimas gracias. No cerraría, ya os lo digo, por puro egoísmo. Me dais más de lo que yo a vosotros. Por ejemplo, el hermoso regalo de Consuelo del Val-San Rafael Arnáiz.
ResponderEliminarY qué bestia, Ignacio. Enhorabuena.