Me llama una señora amabilísima para invitarme a dar una charla. Le suelto mi speech. Bien. Me dice que me lee. Se lo agradezco. Que me lee de verdad, no como otros que dicen que me leen y no lo hacen. Ah. Me repongo. Le cuento una sabrosa anécdota sobre el particular. Un señor presentaba a Begoña García González-Gordon. La retrató, justamente, como una extraordinaria columnista. Bien. Dijo que no se perdía ni uno solo de sus artículos. Que lo primero que hacía cuando se levantaba los sábados era buscar el artículo de Begoña y saborearlo con el desayuno, etc. Como hacía medio año que Begoña había dejado de escribir columnas en el periódico, fue un momento de mucho azoramiento en la sala. Mi interlocutora celebra la sabrosa anécdota. Y añade, recreándose en la suerte: "Fíjate si te leo que sé que antes salías los miércoles y que ahora los domingos..."
Jajaja
ResponderEliminar¿Y darás la charla?