Entre la devoción por lo bello fuerte y alto
y por lo feo y viejo enfermo y pobre
el corazón cristiano está en la cruz.
"Cruzado" de José-Miguel Ibáñez Langlois en Poemas dogmáticos II (Editorial Universitaria, Chile, 1995). Amén de otras aplicaciones, ahora mismo se lo voy a mandar a José Jiménez Lozano, pues así está también su obra, cruzada, creo.
Qué buena imagen, Enrique, gracias. Me queda una duda, porque además de ese eje vertical toda cruz tiene otro horizontal. ¿Qué otra tensión simbolizaría? No es una pregunta retórica.
ResponderEliminarY lo demás es "andar papando moscas imaginarias en el reino de los nomeolvides"
ResponderEliminar¿Y dónde se pueden encontrar sus Futurologías o su Historia de la FIlosofía?
ResponderEliminarEn Númenor!
ResponderEliminarLa generosa Adaldrida te remite a una antología amplia que hice hace unos años. Y aunque recoge solo unas muestras significativas, no creo que puedas encontrar más en España. Y es una pena, porque ambos libros (muy atinada puntería, por cierto, Hipótesis) merecen lectura completa. [¡Si me lee un editor...]
ResponderEliminarACdR, yo creo que la vertical está clara: el amor al mundo, el amor al cielo, y entre ambos, también desgarran.
Hasta con lo de las moscas tiene fuerza, eh.
Mucha fuerza. Me lo estoy llevando estos días a recitarlo ante elSantísimo.
ResponderEliminar... Y claro que leí la magnífica antología que hiciste. Oficio.
ResponderEliminar¿De dónde, si no, esos dientes largos que me han quedado?
Yo también me he quedado, Hipótesis, con los dientes largos. Acabo de leer Poemas dogmáticos II y qué pena diez o doce que se me quedaron fuera, qué grandes poemas.
ResponderEliminar¡Poesía completa de Langlois ya!
¡Pero ya, ya!
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