[Yo hablaba de un topos literarios, pero el topo ortográfico del corrector me lo ha convertido en un mamífero soricomorfo, Bueno, cosas peores se han visto, y además los topos son ciegos.]
Es muy importante que la prensa aborde los asuntos de corrupción, incluso concediéndoles honores de portada, pues preocupan sobremanera a la ciudadanía.
A mí, por ejemplo, el periódico "El Mundo" me indignaba porque aplicaba un doble rasero, una doble vara de medir, una tremenda hipocresía a favor de la Derecha.
"El Mundo" daba máximo realce a los asuntos de corrupción que afectaban al PSOE, y sin embargo a los del PP (siendo a menudo mucho más graves) les ponía sordina. Los acallaba, los silenciaba.
"El Mundo" ha sido un periódico partidista y sectario. Y claro, esto nos producía el lógico rechazo y aversión. (Pasa como ahora con "La Razón", "La Gaceta" y otros de su cuerda ideológica. Son la voz de su amo.)
Pero, de un tiempo a esta parte, el periódico "El Mundo" ha alcanzado la honestidad crítica, y ahora aborda también los asuntos de corrupción del "PP" en paridad de realce con los del PSOE. Así, los casos Gürtel y Bárcenas, con magníficas revelaciones.
Y los ciudadanos hemos de agradecer esta actitud. De ahí que ahora yo vea a "El Mundo" y a su director (que tan antipático me caía) con otros ojos.
En cuanto a "El País", su staff dice que no quiere ser un periódico de escándalos, aun a costa de resultar aburrido y bostezable. Y esto no se entiende, pues a los escándalos hay que otorgarles máximo realce y relevancia de portada, ya que la prensa es quizá el único contrapoder del que disponemos frente a la corrupción pública e institucional, tan generalizada en España.
Así que no hemos de sentir repugnancia, sino alegría intelectual y ciudadana, al ver que los escándalos y la corrupción se adueñan de las portadas de los periódicos.
Sobre las varas de medir: Porque en una aldea Un pobre mancebo Hurtó sólo un huevo, Al sol bambolea, Y otro se pasea Con cien mil delitos. Cuando pitos flautas, cuando flautas pitos. (Góngora) Jilguero.
Mi solidaridad con la amiga del Zumo. Piense que quienes carecen de argumentos hacen (siempre lo han hecho) exactamente eso: no oponer a lo que uno diga razones contrarias (no saben), sino "argumentos" ad hominem: tú eres..., y a partir de ahí, todas las descalificaciones personales que se les ocurran. Pero no se equivoque: también hay en este blog, empezando por su titular, gente que (sean cuales sean sus ideas personales) razona, en lugar de descalificar. Gentes que dan razones, en lugar de dar pena. El blog vale la ídem, a pesar de ciertos seguidores.
En cierta ocasión se me hizo, por un ave de altos vuelos, un comentario que habría podido molestarme. No hice caso del pseudonimato y sigo frecuentando el blog. Jilguero.
Muchas gracias a todos. Le pido a Zumo una última deferencia conmigo: y es que transmita mi agradecimiento al amigo que le aconsejó mi humilde blogg, y que le diga que siento no haber estado a la altura de su generosidad. Un abrazo fuerte, E.
El anónimo solidario, que tanto acusa de falta de argumentos,de argumentos "ad hominem",de descalificaciones personales y de dar razones a quienes se oponen aquí a ZdeP se ve que no ha leído los comentarios que esta persona o asociación ha ido sembrando por este blog desde que aterrizó en él. Repase y verá que eso sí que son buenos modelos de falta de argumentos,argumentos "ad hominem", etc. Eso sí que ha bajado el nivel.
No sólo he leído los comentarios de ZdeP en este blog, sino en unos cuantos más. Mi anónimo contradictor puede, si quiere, ver ahora mismo, en el blog de crítica de José Luis García Martín, de nombre "Crisis de papel" y asociado a su blog normal, "Café Arcadia", algunas notas suyas y respuestas mías disintiendo. Pero una cosa es el desacuerdo (legítimo, faltaría más), y otra muy distinta lo de "cacao mental", "idiotez" o "tonto" referido no a las ideas, sino a la persona de quien escribe. ZdeP no ha hecho eso. Y si mi anónimo amigo es incapaz de distinguir entre el disentimiento en las ideas y el ataque (y hasta el insulto) personales, yo no tengo la culpa. Lo primero, insisto, es del todo legítimo; lo segundo no lo es, y sólo prueba que quien así procede no tiene argumentos que oponer a los del otro, y tira por la calle de enmedio atacando a la persona. Mal hecho.
Llego un poco tarde. Zumo de Poesía, he releído mi comentario del otro día en la entrada de Cioran y ciertamente tengo que disculparme porque fue muy gratuito mi ataque. Espero que no se asuste y que pueda disculparme, y siga disfrutando de este blog, y nosotros podamos discutir con más tino que el que mostré el otro día.
Aplaudo ciertamente las disculpas de BV. Sólo falta que, para el futuro, recuerde que parte de los requisitos de la confesión es también el "propósito de enmienda". Un consejo: cuando se sienta tentado de escribir en "ese" tono, guarde el texto un tiempecito, y procure releerlo, y valorarlo, antes del envío, fuera ya del calentón del momento.
Es muy importante que la prensa aborde los asuntos de corrupción, incluso concediéndoles honores de portada, pues preocupan sobremanera a la ciudadanía.
ResponderEliminarA mí, por ejemplo, el periódico "El Mundo" me indignaba porque aplicaba un doble rasero, una doble vara de medir, una tremenda hipocresía a favor de la Derecha.
"El Mundo" daba máximo realce a los asuntos de corrupción que afectaban al PSOE, y sin embargo a los del PP (siendo a menudo mucho más graves) les ponía sordina. Los acallaba, los silenciaba.
"El Mundo" ha sido un periódico partidista y sectario. Y claro, esto nos producía el lógico rechazo y aversión. (Pasa como ahora con "La Razón", "La Gaceta" y otros de su cuerda ideológica. Son la voz de su amo.)
Pero, de un tiempo a esta parte, el periódico "El Mundo" ha alcanzado la honestidad crítica, y ahora aborda también los asuntos de corrupción del "PP" en paridad de realce con los del PSOE. Así, los casos Gürtel y Bárcenas, con magníficas revelaciones.
Y los ciudadanos hemos de agradecer esta actitud. De ahí que ahora yo vea a "El Mundo" y a su director (que tan antipático me caía) con otros ojos.
En cuanto a "El País", su staff dice que no quiere ser un periódico de escándalos, aun a costa de resultar aburrido y bostezable. Y esto no se entiende, pues a los escándalos hay que otorgarles máximo realce y relevancia de portada, ya que la prensa es quizá el único contrapoder del que disponemos frente a la corrupción pública e institucional, tan generalizada en España.
Así que no hemos de sentir repugnancia, sino alegría intelectual y ciudadana, al ver que los escándalos y la corrupción se adueñan de las portadas de los periódicos.
El cacao ortográfico de mi antecesor ya hacía presagiar el mental, pero hoy ha traspasado todo umbral de idiotez.
ResponderEliminarDale un teclado a un tonto...
Hay que ver el cacao que tiene el zumo de poesía.
ResponderEliminarSobre las varas de medir:
ResponderEliminarPorque en una aldea
Un pobre mancebo
Hurtó sólo un huevo,
Al sol bambolea,
Y otro se pasea
Con cien mil delitos.
Cuando pitos flautas,
cuando flautas pitos.
(Góngora)
Jilguero.
Me recomendaron esto y esperaba más nivel. Me voy algo decepcionada, la verdad.
ResponderEliminarQué difícil es,
cuando todo baja,
no bajar también.
Ya sabéis dónde estamos. Por mi parte, hasta siempre.
Mi solidaridad con la amiga del Zumo. Piense que quienes carecen de argumentos hacen (siempre lo han hecho) exactamente eso: no oponer a lo que uno diga razones contrarias (no saben), sino "argumentos" ad hominem: tú eres..., y a partir de ahí, todas las descalificaciones personales que se les ocurran. Pero no se equivoque: también hay en este blog, empezando por su titular, gente que (sean cuales sean sus ideas personales) razona, en lugar de descalificar. Gentes que dan razones, en lugar de dar pena. El blog vale la ídem, a pesar de ciertos seguidores.
ResponderEliminarEn cierta ocasión se me hizo, por un ave de altos vuelos, un comentario que habría podido molestarme. No hice caso del pseudonimato y sigo frecuentando el blog.
ResponderEliminarJilguero.
Muchas gracias a todos. Le pido a Zumo una última deferencia conmigo: y es que transmita mi agradecimiento al amigo que le aconsejó mi humilde blogg, y que le diga que siento no haber estado a la altura de su generosidad. Un abrazo fuerte,
ResponderEliminarE.
El anónimo solidario, que tanto acusa de falta de argumentos,de argumentos "ad hominem",de descalificaciones personales y de dar razones a quienes se oponen aquí a ZdeP se ve que no ha leído los comentarios que esta persona o asociación ha ido sembrando por este blog desde que aterrizó en él. Repase y verá que eso sí que son buenos modelos de falta de argumentos,argumentos "ad hominem", etc. Eso sí que ha bajado el nivel.
ResponderEliminarNo sólo he leído los comentarios de ZdeP en este blog, sino en unos cuantos más. Mi anónimo contradictor puede, si quiere, ver ahora mismo, en el blog de crítica de José Luis García Martín, de nombre "Crisis de papel" y asociado a su blog normal, "Café Arcadia", algunas notas suyas y respuestas mías disintiendo. Pero una cosa es el desacuerdo (legítimo, faltaría más), y otra muy distinta lo de "cacao mental", "idiotez" o "tonto" referido no a las ideas, sino a la persona de quien escribe. ZdeP no ha hecho eso. Y si mi anónimo amigo es incapaz de distinguir entre el disentimiento en las ideas y el ataque (y hasta el insulto) personales, yo no tengo la culpa. Lo primero, insisto, es del todo legítimo; lo segundo no lo es, y sólo prueba que quien así procede no tiene argumentos que oponer a los del otro, y tira por la calle de enmedio atacando a la persona. Mal hecho.
ResponderEliminarLlego un poco tarde.
ResponderEliminarZumo de Poesía, he releído mi comentario del otro día en la entrada de Cioran y ciertamente tengo que disculparme porque fue muy gratuito mi ataque.
Espero que no se asuste y que pueda disculparme, y siga disfrutando de este blog, y nosotros podamos discutir con más tino que el que mostré el otro día.
Aplaudo ciertamente las disculpas de BV. Sólo falta que, para el futuro, recuerde que parte de los requisitos de la confesión es también el "propósito de enmienda". Un consejo: cuando se sienta tentado de escribir en "ese" tono, guarde el texto un tiempecito, y procure releerlo, y valorarlo, antes del envío, fuera ya del calentón del momento.
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