No por mucho
escoger hay más posibilidades de acertar.
*
La escuela
era vista como un elemento subsidiario —indeseable, pero necesario— en el que
se apoyaban buena parte de los padres
*
[La vida en
el pueblo de San Irineo era] fruto de la tenacidad de un hombre joven y de la
sabiduría de un viejo monje.
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"Se busca
espíritu femenino en absoluto subyugado por el mundo".
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La pequeña
Téseris levantó la cabeza al oír la respuesta. —Los iconos no son obras,
señorita Prim; los iconos son ventanas.
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[Libros
vapuleados] Podían haber sido los niños, trataban los libros como si fuesen
cuadernos o cajas de lápices; pero también podía haber sido él. No era la
primera vez, probablemente no sería la última. Y en el fondo tenía que
reconocer que aquéllos eran los resultados de sus propias normas.
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—Típico de
él —murmuró con desprecio desde su escondite—: enseñar primero a los niños a
combatir y llevarlos a la iglesia después.
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Soy un
enamorado del método escolástico, señorita Prim, no espere de mí que critique
la exigencia académica. No
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—¡Estoy tan
de acuerdo con usted! —exclamó finalmente la propietaria de la floristería tras
un largo suspiro—. El matrimonio hoy en día se ha convertido en un simple
acuerdo legal, con todos esos papeleos, esas frías oficinas y registros, esas
separaciones de bienes y esas leyes que lo desnaturalizan todo. Si yo fuera
usted y tuviera que contraer matrimonio en estos tiempos, no firmaría eso,
naturalmente que no.
*
Nuestra
filosofía aquí es que todo lo importante ocurre siempre por la mañana.
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… sino que
lleva mucho tiempo sin poder dedicar horas al estudio y la lectura que, como
sabéis, son dos de los pilares de nuestra pequeña comunidad.
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Todo ello
cambió cuando a los pocos meses de vivir en este pueblo descubrió que lo que el
mundo llamaba literatura, San Ireneo lo llamaba perder el tiempo.
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…la mente
humana, verdaderamente humana, se nutre de tiempo, de trabajo y disciplina.
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[Sobre el homeschooling] ya que forman
intelectualmente a sus hijos y transforman en renta disponible el presupuesto
que el resto del mundo malgasta en colegios mediocres.
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—Lo escribió
hace muchos años el hombre al que más gratitud debo en mi vida, después de mi
mentor académico y de mi propio padre. Y lamentablemente, creo que es la mayor
verdad que se ha dicho nunca sobre este asunto. Léalo, léalo bien y atrévase a
decirme que no es cierto. La señorita Prim leyó en silencio: "Diez mil
mujeres desfilaron un día por las calles de Londres al grito de «¡No queremos
que se nos dicte!» y poco después se convirtieron en mecanógrafas".
*
… eremitas
urbanos. Locos dedicados a la oración, místicos que vivían en las ciudades en
adoración constante al modo de los primeros ermitaños del desierto o de los
misteriosos staretz rusos.
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—Claro que
está por encima de la media. No puedo creer que sea usted tan poco perspicaz.
¿Es que no se ha dado cuenta de que trabaja a las órdenes de un converso?
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enamorado
fiel de la vieja liturgia romana.
*
distributistas?
*
uno no puede
construirse un mundo a medida, pero lo que sí puede hacer es construirse un
pueblo.
*
Somos causas
segundas,
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—No soy
tomista —respondió la bibliotecaria con sequedad, contrariada por la sensación
de haber dejado traslucir sus temores. Sorprendido, él la miró como un padre
mira a una niña que se enorgullece de no saber leer. —Ése, señorita Prim, es su
gran problema.
*
Son los
cuentos de hadas y las viejas leyendas los que se parecen a la Redención. ¿No
se ha fijado usted nunca? Es como cuando copias un árbol del jardín en un
papel. El árbol del jardín no se parece al dibujo, ¿no es cierto? Es el dibujo
el que se parece un poco, solo un poquito, al árbol de verdad.
*
la mayoría
de las mujeres no tienen conversación. Y no la tienen, esto es lo más grave, no
porque no puedan, sino porque no se molestan en intentar tenerla.
*
Ha dicho que
la ausencia del objeto amado purifica el amor. Es una teoría espléndida, ya se
lo he dicho, no la estropee ahora por falta de agallas.
*
—¿Importarme?
Yo siempre estoy dispuesto a llevarla a casa, Prudencia.
*
[mejor
preguntarse] quién era uno y de dónde venía más que ocuparse, como hacían los
modernos, de adivinar hacia dónde iba.
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Es más fácil
proyectar la culpa en los ojos de los demás y defenderse de ello que
encontrarla en el interior de uno mismo, donde no hay defensa posible.
*
—El problema
de mi madre es que no hay nadie a cuya autoridad pueda someterse.
*
Un hombre
que se siente herido por una conversación en un salón de té es un
inconsistente.
*
Un esposo es
para toda una vida, pero esas figuras [de un Belén] han sobrevivido a varias. Y
sería de agradecer que siguiesen haciéndolo, ¿no le parece?
*
—¿Quieren
decir que adivina [el viejo monje] lo que uno piensa? —preguntó la
bibliotecaria con un mohín de ironía. —Queremos decir que sabe lo que uno es.
La señorita Prim se sintió repentinamente incómoda.
*
La antigua
liturgia romana es de una belleza incomparable.
*
Escuche con
atención lo que voy a decirle: no debe usted aspirar a un esposo igual que usted,
debe usted aspirar a un esposo absoluta y completamente mejor que usted.
*
y la
teología —la gran pasión de aquella casa, la reina absoluta de la biblioteca—
lucía imponente, pulcra y perfecta.
*
[ella cree
en el divorcio, él no, una tercera le pregunta] ¿Podría mirarle con limpieza a
los ojos sabiendo que si hay un naufragio usted abandonará el barco en un bote
salvavidas y él no se permitirá a sí mismo moverse de cubierta?
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—Al
atractivo de lo correcto, naturalmente. ¿Hay algo más poderoso?
*
[Prudencia
Prim había] adoptado la costumbre local de intercambiar correspondencia.
*
[Por
fortuna, le habían enseñado en la infancia, una vieja tía soltera] a sentarse
con la delicada rigidez de una reina egipcia.
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Hoy en día
son fábricas de indisciplina, criaderos de monstruos ignorantes y maleducados.
[colegios modernos]
*
[la vieja
escuela mejor que la moderna] —Naturalmente que usted no lo diría, soy yo la
que lo digo. ¿Conoció usted acaso los viejos colegios?
*
… las
personas de juicios optimistas, como parece ser su caso, no solo no ayudan a
mejorar las cosas, sino que contribuyen a empeorarlas. Transmiten la falsa
percepción de que todo va bien, cuando el mundo, no se engañe, va rematadamente
mal.
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… Éste es un
pueblo pequeño, supongo que no creerá usted que necesito preguntar directamente
las cosas para enterarme de ellas.
*
Lulú
Thiberville se enderezó con una agilidad inesperada. —Se equivoca. Lo que
reciben es sofismo, pestilente y podrido sofismo. Los sofistas han tomado las
escuelas y trabajan por su causa.
*
—¿Pesimista?
En absoluto, querida mía. ¿Pero qué ha de hacer un centinela sino dar aviso de
lo que observa? No hay centinelas pesimistas u optimistas, Prudencia. Hay
centinelas despiertos y centinelas dormidos.
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La tradición
no tiene edad, niña, es la modernidad lo que envejece.
*
… aquel
hombre parecía incapaz de apreciar la diferencia entre ser sincero y decir
inconveniencias.
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Él me enseñó
que el sacerdote, todo sacerdote, debe ser siempre un caballero.
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… leyendo a
ratos algo de poesía —desde que había llegado a Italia, solo se veía capaz de
leer poesía—
*
¿Cómo era
posible no dejar de sonreír si a cada paso que una daba una voz le apuntaba que
el año, el mes, el día, la estación, el sitio, incluso el instante están
bendecidos?
Un libro precioso de principio a fín, tiene muuuucho fondo, incluso aunque se lea por encima.
ResponderEliminarMe ha encantado, no fuí capaz de coger frases sueltas... hubiera copiado todo el libro.
Ah, y Felicidades por ayer!!!
Beatriz.
Si es que vas provocando, sobre todo poniendo esto seguido:
ResponderEliminar*
distributistas?
*
uno no puede construirse un mundo a medida, pero lo que sí puede hacer es construirse un pueblo.
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"Mucho fondo incluso aunque se lea por encima". Beatriz, yo no lo habría dicho (no lo he dicho, y mira que lo he intentado en el artículo) mejor. Te plagiaré la preciosa paradoja para otra ocasión, si no me lo prohibes taxativa y expresamente. Gracias por la felicitación, hoy, que es nuestra vieja fecha.
ResponderEliminarY así es, Gonzalo, tú que sabes de eso: una provocación brutal. Si tiene ocasión, regálelo a alguna de las muchas mujeres de su vida.
Por supuesto que le dejo copiar la paradoja!!!
ResponderEliminarLeo su blog a diario, junto con el de su tocayo, el que piensa por libre... y me encanta cómo escriben y se expresan, así que para mí es todo un honor que le guste la paradoja... ojalá se me pegara algún día un "poquico" de su buen escribir.
Gracias!!!
Sí, sí, síiiiiiiiiiiiii. Un libro fantástico.
ResponderEliminarCuriosamente este libro ha llegado mis manos a través de un amigo. Y tras el cuento de hadas "real" que es la Redención, el libro se me volvió chestertoniano. Se me encendió la bombilla de que quizá ya había leído algo en este blogg, ¡y así era!
ResponderEliminarAunque después en el libro dicen que la idea del cuento de hadas es de Tolkien y puede ser que en mi cabeza se confundan porque en este confinamiento he leído a uno y otro de forma consecutiva, ¡juraría que es propia de Chesterton! xD