La falsa humildad no miente.
*Sin embargo, el elogio social, diplomático, un poco hipócrita, tampoco. Es un camino a la verdad profunda del otro —y uno se da cuenta mucho más tarde, asombrado y agradecido a su educación tímida.
*Toda crítica, salvo en los raros casos en que sea un completo disparate, es un favor inmenso que nos hacen.
*Y encima qué mezquinas son nuestras mayores ambiciones comparadas con nuestra realidad.
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