lunes, 15 de julio de 2013

Cuatro paradojas esenciales


La falsa humildad no miente.
*
Sin embargo, el elogio social, diplomático, un poco hipócrita, tampoco. Es un camino a la verdad profunda del otro —y uno se da cuenta mucho más tarde, asombrado y agradecido a su educación tímida.
*
Toda crítica, salvo en los raros casos en que sea un completo disparate, es un favor inmenso que nos hacen. 
*
Y encima qué mezquinas son nuestras mayores ambiciones comparadas con nuestra realidad. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario