Una tormenta de ideas con algún rompimiento de gloria
domingo, 27 de octubre de 2013
Todo
"Todo bien, gracias", contestamos sin pensar, con el automático puesto, y qué maravilla hemos dicho. Es lo que tiene la buena educación y la vieja rutina, por eso los poderes del mal las odian tanto.
En la queja hay siempre un fondo de mala educación. Si se piensa bien la rebelión de Lucifer es la más evidente y descarada manifestación de un tipo quejumbroso. Bien estuvo el condenarlo a los abismos.
Tiene el autor, a mi parecer, cierta incómoda tendencia a simplificar demasiado. Si fuera posible una conversación entre algún representante egregio de ciertas Fuerzas Vivas (digamos, el señor Bárcenas, por poner un ejemplo) y uno de esos Sin-Techo (y Sin-Ingresos, y Sin-Atención-Médica, y Sin-Casi-Nada), es bien probable que lo que se llama convencionalmente Buenos Modales (o, como aquí, Buena Educación) estuviera más bien de parte del primero. Y, sin embargo, los Poderes del Mal, sea lo que sea eso, no se encarnarían por ello en el segundo; más bien todo lo contrario. De hecho, la mayoría de los representantes de dichos Poderes del Mal, como procedentes que tantas veces son de familias de Rancio Abolengo, suelen ser gente de refinados, o al menos superficialmente pulidos, modales. No confundamos las cosas, ni el envoltorio con el contenido.
No se preocupe por eso. Si usted está convencido, por ejemplo, de que entre un grupo de titulares de cuentas en Suiza y otro de "sin techo" los buenos modales estarían sin discusión de parte de los segundos, o, alternativamente, de que ellos más que los otros son los verdaderos representantes de los "poderes del mal", le aseguro que lo otro es cosa completamente irrelevante; y, sin duda, yo el equivocado.
Si, como piensan algunos, "educación" viene de ex ducere (extraer del interior de la persona), la buena sólo podría provenir de un fondo bueno. Los simples buenos modales externos no pasarían de ser un simple ejercicio de hipocresía. Jilguero.
Su primer comentario. No creo que lo que usted llama "Sin-Techo" le vayan a estar especialmente agradecidos por tratar de fundar en ellos su prejuicio contra la entrada, (i) asimilándolos no se sabe por qué a los poderes del mal; (ii) presuponiendo en ellos un odio -les quita ingresos, médico y casitodo pero les endiña un odio innato- contra lo que llama "Fuerzas Vivas"; y (iii) presuponiendo, igual de erróneamente, que el hecho de no tener techo excluye la buena educación.
Su segundo comentario. ¿De verdad piensa usted que EGM está convencido de eso que usted se saca de la manga? Denuncia usted cierta tendencia a simplificar demasiado que, sobre no darse en el caso denunciado, sin duda habríamos de preferir a esto que hace de inventarse convicciones ajenas.
Que "los simples buenos modales externos no pasarían de ser (a falta de un interior que realmente responda a ellos) un simple ejercicio de hipocresía" es algo con lo que estoy enteramente de acuerdo; no otra cosa pretendía yo decir con lo de "no confundir el envoltorio con el contenido". El problema es que en la entrada, justamente, se habla de la buena educación precisamente al nivel de los modales y de la rutina (palabra que no me invento yo, está en el texto). Y eso, a mi parecer, no basta, ni puede contraponerse válidamente a "los poderes del mal" (expresión ésta que encuentro tan altisonante como vaga), precisamente porque, de un modo más o menos hipócrita, pueden adoptar, y muchas veces adoptan, exactamente esa misma rutina.
Respecto a JLC, dónde pueda yo "endiñar" (supongo que se refiere a "endilgar") a los desposeídos de mi ejemplo nada menos que "un odio innato", es un completo misterio para mí. No menos a quién pudiera dirigirse ese odio, ya que él no lo aclara. No, mire, amigo JLC, cualquiera de nosotros, si tiene la suficiente mala suerte, puede llegar a ser uno de esos desheredados; y desde luego no supongo que él haya nacido con ese odio tan indefinidamente "amplio", como yo no he nacido con él, ni lo practico. Ni pienso que, si llegara a verse en esa situación (ojalá no ocurra nunca) hubiera de adquirirlo por eso, como no creo que lo adquiriera yo. Sí, supongo, una conciencia viva de lo injusto de nuestra situación; pero eso es cosa completamente distinta, y no tiene por qué degenerar en "odio" contra nadie.
Respecto a que los asimile a los "poderes del mal", ahí JLC simplemente desbarra. Es todo lo contrario. Le recuerdo: "la mayoría de los representantes de dichos Poderes, como procedentes que tantas veces son de familias de Rancio Abolengo". Mis desheredados no son más que víctimas; precisamente los culpables son otros.
Y en fin, no sólo no creo que EGM esté convencido de las contradicciones que yo le señalo, sino que se las señalo justamente porque creo que, tal como se expresa, lo que dice podría llevar a unas consecuencias que supongo en oposición total con su pensamiento.
En resumen: la buena educación "con el automático puesto" y por "vieja rutina" de ningún modo, en mi opinión, puede contraponerse a los "poderes del mal". Al contrario, es perfectamente adoptable por ellos, y muchas veces efectivamente la adoptan. Porque,como señala acertadamente "Jilguero", a menudo es sólo una máscara. (Y a veces, añado, adoptada sin tener siquiera conciencia de ello, por "vieja rutina").
En la queja hay siempre un fondo de mala educación. Si se piensa bien la rebelión de Lucifer es la más evidente y descarada manifestación de un tipo quejumbroso. Bien estuvo el condenarlo a los abismos.
ResponderEliminarMis saludos y que tenga usted una buena jornada.
Tiene el autor, a mi parecer, cierta incómoda tendencia a simplificar demasiado. Si fuera posible una conversación entre algún representante egregio de ciertas Fuerzas Vivas (digamos, el señor Bárcenas, por poner un ejemplo) y uno de esos Sin-Techo (y Sin-Ingresos, y Sin-Atención-Médica, y Sin-Casi-Nada), es bien probable que lo que se llama convencionalmente Buenos Modales (o, como aquí, Buena Educación) estuviera más bien de parte del primero. Y, sin embargo, los Poderes del Mal, sea lo que sea eso, no se encarnarían por ello en el segundo; más bien todo lo contrario. De hecho, la mayoría de los representantes de dichos Poderes del Mal, como procedentes que tantas veces son de familias de Rancio Abolengo, suelen ser gente de refinados, o al menos superficialmente pulidos, modales. No confundamos las cosas, ni el envoltorio con el contenido.
ResponderEliminarLamento profundamente causarle a V. cualquier incomodidad. Nada más lejos de mi propósito. Espero sepa disculparme.
ResponderEliminarSuyo affmo.,
Enrique
No se preocupe por eso. Si usted está convencido, por ejemplo, de que entre un grupo de titulares de cuentas en Suiza y otro de "sin techo" los buenos modales estarían sin discusión de parte de los segundos, o, alternativamente, de que ellos más que los otros son los verdaderos representantes de los "poderes del mal", le aseguro que lo otro es cosa completamente irrelevante; y, sin duda, yo el equivocado.
ResponderEliminarDe lo único que estoy convencido es que yo no hablaba de eso.
ResponderEliminarEn ese caso, perdón; como dije, y sin duda, el equivocado soy yo.
ResponderEliminarSi, como piensan algunos, "educación" viene de ex ducere (extraer del interior de la persona), la buena sólo podría provenir de un fondo bueno. Los simples buenos modales externos no pasarían de ser un simple ejercicio de hipocresía.
ResponderEliminarJilguero.
Anónimo, dos cosas:
ResponderEliminarSu primer comentario. No creo que lo que usted llama "Sin-Techo" le vayan a estar especialmente agradecidos por tratar de fundar en ellos su prejuicio contra la entrada, (i) asimilándolos no se sabe por qué a los poderes del mal; (ii) presuponiendo en ellos un odio -les quita ingresos, médico y casitodo pero les endiña un odio innato- contra lo que llama "Fuerzas Vivas"; y (iii) presuponiendo, igual de erróneamente, que el hecho de no tener techo excluye la buena educación.
Su segundo comentario. ¿De verdad piensa usted que EGM está convencido de eso que usted se saca de la manga? Denuncia usted cierta tendencia a simplificar demasiado que, sobre no darse en el caso denunciado, sin duda habríamos de preferir a esto que hace de inventarse convicciones ajenas.
JLC
Que "los simples buenos modales externos no pasarían de ser (a falta de un interior que realmente responda a ellos) un simple ejercicio de hipocresía" es algo con lo que estoy enteramente de acuerdo; no otra cosa pretendía yo decir con lo de "no confundir el envoltorio con el contenido". El problema es que en la entrada, justamente, se habla de la buena educación precisamente al nivel de los modales y de la rutina (palabra que no me invento yo, está en el texto). Y eso, a mi parecer, no basta, ni puede contraponerse válidamente a "los poderes del mal" (expresión ésta que encuentro tan altisonante como vaga), precisamente porque, de un modo más o menos hipócrita, pueden adoptar, y muchas veces adoptan, exactamente esa misma rutina.
ResponderEliminarRespecto a JLC, dónde pueda yo "endiñar" (supongo que se refiere a "endilgar") a los desposeídos de mi ejemplo nada menos que "un odio innato", es un completo misterio para mí. No menos a quién pudiera dirigirse ese odio, ya que él no lo aclara. No, mire, amigo JLC, cualquiera de nosotros, si tiene la suficiente mala suerte, puede llegar a ser uno de esos desheredados; y desde luego no supongo que él haya nacido con ese odio tan indefinidamente "amplio", como yo no he nacido con él, ni lo practico. Ni pienso que, si llegara a verse en esa situación (ojalá no ocurra nunca) hubiera de adquirirlo por eso, como no creo que lo adquiriera yo. Sí, supongo, una conciencia viva de lo injusto de nuestra situación; pero eso es cosa completamente distinta, y no tiene por qué degenerar en "odio" contra nadie.
Respecto a que los asimile a los "poderes del mal", ahí JLC simplemente desbarra. Es todo lo contrario. Le recuerdo: "la mayoría de los representantes de dichos Poderes, como procedentes que tantas veces son de familias de Rancio Abolengo". Mis desheredados no son más que víctimas; precisamente los culpables son otros.
Y en fin, no sólo no creo que EGM esté convencido de las contradicciones que yo le señalo, sino que se las señalo justamente porque creo que, tal como se expresa, lo que dice podría llevar a unas consecuencias que supongo en oposición total con su pensamiento.
En resumen: la buena educación "con el automático puesto" y por "vieja rutina" de ningún modo, en mi opinión, puede contraponerse a los "poderes del mal". Al contrario, es perfectamente adoptable por ellos, y muchas veces efectivamente la adoptan. Porque,como señala acertadamente "Jilguero", a menudo es sólo una máscara. (Y a veces, añado, adoptada sin tener siquiera conciencia de ello, por "vieja rutina").