Querer ser más guapo
Varón de deseos, entre los muchos míos nunca he soñado con ser más guapo ni tampoco más delgado, bromas aparte. Pero ahora mis hijos han aprendido a hacer fotografías con el móvil y, mientras uno la hace, el otro o la otra posa conmigo. Salen guapísimos y me fastidia (me duele) no estar a la altura de mis pequeños.
"Lo malo del deseo es que vuelve sin avisar", avisaba Gómez de la Serna. Y que, cuando menos lo esperas, cuando ya es muy tarde, te surge uno inédito.
Me viene muy bien esto para las clases sobre El banquete de Platón. Trata justamente de eso: el deseo (eros) de la belleza. Al principio sale Sócrates, que 'se ha puesto guapo' (contra su costumbre desaliňada) porque va a estar cerca de la belleza.
ResponderEliminarAcabarás implantándote pelo o poniéndote morros «porque se empeñó mi mujer».
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