Ha llegado a mis manos un inédito, que dejará de serlo pronto, D.m. Y los privilegios (lo es en toda la extensión de la palabra) son para celebrarlos y compartirlos. Hablo de los aforismos de mi desconocido amigo Ander Mayora, y vienen reunidos en un libro de muy dulce título: La clemencia del tiempo.
Cuanto menor
es el espacio de lo vendible, mayor es el lugar de lo santo.
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Reconocer
una única aristocracia: la aristocracia de la alegría.
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quien no
celebra no merece vivir.
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El perdón no
se pide, se gana.
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La
exageración es la condición sine qua non de la literatura.
*
La lucidez
impide la novela.
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Provocadores oficiales, los payasos de la televisión
se empecinan en una transgresión
subvencionada que sólo pone en cuestión la epidermis de los tópicos y los
lugares comunes.
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Las autodeterminaciones son, en última instancia, un
absurdo. Aceptando el derecho, ¿cómo evitaríamos que nuestra cabeza se
autodeterminase de nuestro cuerpo? La
verdadera autodeterminación es el suicidio.
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Todo
castillo lo es de arena.
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Hay algo que
sitúa al conformista infinitamente por encima del contestatario: su capacidad
de vivir como piensa.
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La plenitud,
ansiolítico de los místicos.
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La realidad
no es real, es religiosa.
Muchas objeciones se me ocurren, ante la lectura de estos aforismos; pero me limitaré a una sola. ¿De veras "la lucidez impide la novela"? ¿Es en serio lo de que Cervantes, Galdós, Proust o Dostoyevski sólo pudieron hacer lo que hicieron porque no eran lúcidos? Pues oiga, uno, modestamente, se apunta a la falta de lucidez.
ResponderEliminarSi "la exageración es la condición sine qua non de la literatura", el aforismo es el colmo de la exageración. Quizá esto explique lo de la novela, Anónimo
ResponderEliminarJilguero.
Será eso. Quizá valdría más haber dicho, entonces, que la lucidez impide, o por lo menos dificulta seriamente, ciertas exageraciones, aunque sean aforísticas, ¿no?
ResponderEliminarEste anónimo puntilloso debe de pensar que los aforismos aspiran a descubrir la verdad.
ResponderEliminarNo sé si debo pensarlo; lo que sí sé que pienso es que un aforismo no debería ser manifiestamente erróneo.
ResponderEliminarErróneo ¿con arreglo a qué? ¿A tus ideas personales sobre las cosas?
ResponderEliminarVeo que mi tocayo no ha leído mi primera nota, o acaso no la ha comprendido. En ella tiene la explicación que pide.
ResponderEliminarQuizás el que no la comprendió fue usted cuando la escribió. Pero aquí va otro aforismo “erróneo”: “El arte es la anotación nítida de una impresión equivocada. La anotación nítida de una expresión exacta se llama ciencia”. Este es de Fernando Pessoa.
ResponderEliminarLo dejo; mi tocayo se ha empeñado en que yo lea el aforismo de que tratamos tal como él, al parecer, lo lee, sin que le entre en la cabeza la posibilidad de que nuestras lecturas sean tan diferentes como legítimas. Y yo no sé ya cómo explicárselo. Renuncio, pues.
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